REDACCIÓN.- Hay millones de grupos de amigos o familiares que han decidido iniciar un negocio y, simplemente organizan sus ideas e inician bajo los parámetros que ordena cada país. Suena fácil, pero lograr el éxito no es tan rápido, lo que sí es efectivo para los ciberdelincuentes son los robos en línea.
Los fraudes han aumentado en los últimos meses pues debido a la pandemia, los usuarios se han trasladado al internet para obtener en horas o en pocos días lo que quieren en sus casas, sin embargo, es latente el riesgo tanto con los datos como con las cuentas bancarias.
De hecho, hay bancos que envían mensajes para alertar frecuentemente a los dueños de pymes sobre estos riesgos, como por ejemplo:
“Recuerda que los delincuentes harán lo posible por quedarse con tu dinero. Por medio de llamadas, ellos buscan ganar tu confianza haciéndose pasar por funcionarios del Banco.
¿Cómo lo logran?
Brindan información engañosa sobre movimientos extraños en tu cuenta bancaria para capturar sus datos personales y hacer uso de ellos”.
Estos mensajes son importantes, ya que si una empresa es víctima de fraude y aún más, se conoce por parte de los clientes, recobrar la confianza es muy difícil.
Según Vesta, plataforma de transacciones de extremo a extremo para compras en línea, “los clientes no van a querer realizar compras en la tienda online de la empresa afectada para no ser sujetos de fraude. Además, cabe destacar que cuando las personas escuchan la palabra fraude, sienten una gran preocupación cuando va asociada a ciertos negocios particulares”.
De esta manera, Infobae presenta los siguientes aspectos que debe tener en cuenta si no protege su empresa de los fraudes electrónicos o si no maneja buenas prácticas para evitarlos:
1. Al ser víctima de un fraude se pierde tiempo, pero se pierde más cuando esos hechos son a gran escala, porque los ciberdelincuentes no solo atacan una persona a la vez, sino que hacen cientos de fraudes al tiempo a diferentes clientes en un lapso muy corto, ocasionando grandes pérdidas a los empresarios.
Por lo tanto, responder a cada cliente por lo sucedido, lleva tiempo
2. Siempre tenga presente el costo de los contracargos ocasionados por el fraude en las transacciones online, ya que la empresa es la que debe asumir las pérdidas tanto del cliente como de sí misma.
3. Al tener una empresa pequeña y trabajar con terceros pueden existir unas comisiones, pero al llevarse a cabo con éxito un fraude en línea, la empresa no recibirá compensación por la comisión que se le haya cobrado de antemano.
Estos cargos que derivan de las comisiones podrían acabar fácilmente a los pequeños empresarios que cuentan con recursos muy limitados.
4. La marca es lo más valioso en una compañía, así que si se es víctima de un fraude existe un alto riesgo reputacional generando una crisis interna y externa que en ocasiones, puede terminar con el cierre de la empresa.
Este aspecto no se puede ver como algo exagerado, pues cuando un cibercriminal accede a los datos de la empresa pequeña, también tiene el poder con los datos de los clientes y puede usarlos a futuro para otros fraudes.
Lo mejor que se puede hacer es tener un manual de buenas prácticas online en la empresa, para evitar ser víctimas de estos delitos cibernéticos.
Fuente: Infobae
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