REDACCIÓN.- Una familia de Florida vivió una inesperada situación después de que Royal Caribbean cambiara el destino de su crucero con menos de una semana de anticipación. Lo que inicialmente parecía un viaje de ensueño se transformó en preocupación cuando los Wellington descubrieron que su itinerario ya no incluía Puerto Rico, sino Labadee, Haití, un país que enfrentaba una grave crisis de seguridad.
La familia Wellington había planificado un viaje especial para conmemorar importantes hitos familiares, como el cumpleaños número 50 del padre y el «Sweet 16» de una de las hijas. Sin embargo, pocos días antes de zarpar, recibieron una notificación informándoles que su destino había cambiado debido a daños en el puerto de San Juan.
«Al principio creí que era una broma,» comentó Avilla Wellington, quien verificó que la notificación era legítima y expresó su consternación.
Incertidumbre por la seguridad en Haití
El cambio de destino generó preocupación en la familia, especialmente considerando el aumento reciente de la violencia en Haití. En noviembre, al menos tres aviones comerciales fueron atacados, lo que llevó a la Administración Federal de Aviación (FAA) a prohibir los vuelos hacia Haití durante 30 días. El Departamento de Estado también había recomendado evitar viajes al país.
«Me pregunté si mis hijos corrían peligro de ser secuestrados o si algo podría ocurrir en el barco. Simplemente no nos sentimos cómodos,» explicó Avilla.
Royal Caribbean negó el reembolso
A pesar de las preocupaciones de los Wellington, Royal Caribbean rechazó su solicitud de reembolso, dejándolos en una posición complicada. La familia no sabía si continuar con el viaje o perder el dinero invertido.
«Planeábamos celebrar todo lo que habíamos superado como familia. No puedo creer que Royal Caribbean pudiera hacer algo así,» dijo Avilla.
Falta de comunicación temprana
Royal Caribbean justificó el cambio de destino debido a daños en el puerto de San Juan, ocurridos en abril. Sin embargo, los documentos mostraron que los pasajeros no recibieron la notificación sino hasta noviembre, apenas días antes de la salida del crucero.
«Nos dejaron con un ‘qué pena, pero nos quedamos con su dinero’. Esto no es justo,» añadió Avilla.
La compañía aseguró que la seguridad siempre fue su prioridad y mencionó que un equipo global monitoreaba la situación en Haití. Sin embargo, no explicó por qué los pasajeros no fueron informados con mayor antelación sobre el cambio de itinerario.
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