Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Siempre he notado que todos cuando morimos somos buenos. Me he fijado en las funerarias, y he ido a muchas en mis años y dicen casi todos cuando van: “Y lo bueno que era”. Claro que hay muchos que no fueron tan buenos, pero nosotros no somos quien para juzgar, eso se lo dejamos a Dios.
Lo cierto es que en muchas ocasiones no decimos lo que sentimos, y cuando queremos decirlo ya es muy tarde. Miren, yo prefiero que me den ahora en vida lo que se van a gastar en flores cuando pase de esta vida a la eterna, porque ahora que estoy vivo puedo disfrutarlas, después que pase de esta vida a la eterna de que me sirven las flores si no puedo olerlas.
No se si Ustedes saben que la costumbre de los chinos cuando mueren es ponerle comida en la tumba, bueno esas son tradiciones, al igual que nosotros los latinos ponemos flores. Hay un cuento que dice así: Un chino había muerto y lo enterraron al lado de un latino que también había muerto, los familiares del latino habían ido a la tumba a ponerle flores, y los del chino a ponerle comida. Uno de los familiares del latino le dijo al chino: Cuando tu familiar muerto se va a levantar a comerse la comida, y el chino le contesto: Cuando el tuyo se levante a oler las flores. Mis hermanos, es cuestión de costumbre o tradiciones, lo importante es decirle al familiar o amigo cuanto lo quieres, cuanto lo necesitas, cuanto te gusta estar a su lado, antes de que sea muy tarde.
Quiero compartir con Ustedes algo que lleva por titulo, “Hoy no mañana” y dice así: Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera. Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera. Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera. Prefiero que me regales estoy vivo para poderla oler, y no que me envíes un hermoso ramo cuando yo muera, Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy vivo y no una misa cantada y celebrada cuando yo muera. Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera. Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra ahora que estoy vivo, y no una conmovedora serenada que no la puedo escuchar cuando yo muera. Prefiero que me dediques una leve plegaría ahora que estoy vivo y no un político epitafio sobre mi tumba cuando yo muera. Prefiero disfrutar de los más mínimos detalles ahora que estoy vivo y no de grandes manifestaciones que no puedo escuchar cuando yo muera. Prefiero escucharte un poco nervioso diciendo lo que sientes por mí ahora que estoy vivo y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo, y ahora estoy muerto.
Aprovechemos a nuestros seres queridos y amigos ahora que están entre nosotros, porque después puede ser demasiado tarde.
Valora a las personas que están a tu alrededor…Ámalas, respétalas, acuérdate de ellas mientras están vivas, porque cuando pasen a la vida eterna junto a Dios, cuando ya estén en el cementerio, será demasiado tarde.
Termino con este Versículo del Evangelio de San Mateo, Capitulo 6, Versículo 13, que dice: “Porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria por siempre jamás. Amen”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.