Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Cualquiera que en sus cávales se preguntaría, ¿Qué puedo hacer yo para que el mundo fuese un poco mejor? A diario vemos como las noticias, nos traen muertos a unos otros, lo que pasa es que el mundo no se ama unos a otros, empezando por mí, el burro delante para que no se espante decían en el pueblo que yo nací.
A diario vemos como el mundo se muere de hambre, y nosotros los que nos llamamos cristianos nada o muy poco hacemos, empezando por mí, que le damos a nuestro hijos cuando no le gusta el menú que está en la casa, le damos dinero para que se vaya a un restaurante cualquiera a comer, sin pensar en las personas que se acuestan con un pan en solo su estómago.
Y la respuesta a esto, no suele ser más que la desconsoladora confesión de la impotencia. ¿Qué voy a hacer am hacer yo en frente a tantos problemas que tiene el mundo? Pero si todo aquel que se llama cristiano nos comprometemos a lo que dice en el Evangelio de San Mateo, ¡Dichosos los que tiene hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados!
Nuestro mundo será mejor, y hemos hecho nuestra parte, empezando por mí.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.