REDACCIÓN. – El Viernes Santo es una festividad religiosa del cristianismo que forma parte de la Semana Santa, celebrándose el viernes anterior al Domingo de Resurrección. En este día, se conmemora la muerte de Jesucristo en la cruz. Según la historia, Jesús fue condenado a muerte por los líderes religiosos de la época y crucificado junto a dos ladrones. Tras su muerte, su cuerpo fue bajado de la cruz y enterrado en una tumba.
El Viernes Santo es un día de luto y reflexión para los cristianos de todo el mundo, quienes asisten a servicios religiosos especiales en las iglesias y participan en procesiones y representaciones de la crucifixión de Jesús. Muchos cristianos también practican el ayuno y la abstinencia de carne en este día como forma de honrar el sacrificio de Jesús.
La celebración del Viernes Santo no tiene una fecha fija en el calendario, ya que se lleva a cabo entre marzo y abril. Su fecha depende de la primera luna llena que ocurre después del equinoccio de primavera en el hemisferio norte.
El Viernes Santo rememora la crucifixión de Jesucristo, considerándose una celebración de luto y penitencia por su muerte. Los hitos representativos de esta conmemoración incluyen:
La religión católica no celebra la eucaristía durante el Viernes Santo, sino la Liturgia de la Pasión del Señor, en la que se recuerda la agonía de Jesús en la hora estimada de su muerte en la cruz (16:00 horas). Los sacerdotes visten de color rojo, simbolizando la sangre derramada por Jesús y la fuerza del Espíritu Santo.
Durante la Liturgia de la Palabra, se proclaman las lecturas del profeta Isaías y la Carta a los Hebreos, y se lleva a cabo la Oración Universal por la Iglesia, el Papa, los fieles, los no creyentes, los gobernantes y las personas atribuladas. La celebración culmina con la Vigilia Pascual, y es tradición en los templos dramatizar el Vía Crucis, compuesto por las catorce estaciones que rememoran los pasos de Jesús hacia su muerte.
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