Que se desenmascaren

Es inminente que se revelen los rostros detrás de cada “codinome”, no solo para hacer justicia sino para que no tengamos que lamentarnos mañana de que, por falta de diligencia y voluntad del responsable de la acción pública, escojamos un lobo, disfrazado de mansa oveja.  Por eso debemos exigir con firmeza que se desenmascaren todos.

Las investigaciones realizadas por la valiente y destacada periodista Alicia Ortega y su equipo del Informe, ponen de manifiesto cada vez más la magnitud de la corrupción asociada a las contrataciones de ODEBRECHT en República Dominicana y la principalía que ocupa la construcción de la obra más grande y costosa ejecutada por dicha empresa en el país, las plantas de Punta Catalina.

Sin embargo, esta obra fue excluida del expediente acusatorio, lo que motivó acres críticas, respecto de lo cual la Procuraduría General mediante nota de prensa del 1 de junio de 2017 respondió diciendo que: “de ninguno de los documentos suministrados por las autoridades de Brasil se infiere que hayan sido pagados sobornos para ganar el proceso de adjudicación ni para el Contrato…” de Punta Catalina.

Luego de la filtración de documentos del sistema de comunicación secreto de la División de Operaciones Estructuradas de ODEBRECHT, conocido como Drousys, y la investigación sobre los mismos realizada por un consorcio internacional de periodistas hecha pública en junio pasado,  se reveló que entre los registros hay una hoja de cálculo con 630 pagos secretos, desembolsados entre diciembre de 2013 y diciembre de 2014, para obras de diversos países,  con pagos identificados para el nuestro por un monto superior a 55.8 millones de dólares, de los cuales más de 39.5 millones de dólares están asociados a Punta Catalina, esto es más del  70%.

Así ingresó a nuestro vocabulario una palabra hasta ese momento desconocida, “codinomes”, que no es más que los nombres en clave que utilizaba ODEBRECHT para asociar cada pago realizado a través de las cuentas que utilizaba para sobornos, y ahí también se lleva la medalla de oro Punta Catalina, pues como revelara el Informe, “el gran ganador de los nombres en Clave es García Careca o García Calvo con 10 millones de dólares en pagos para Punta Catalina. Seguido de Comissão o Comisión con 7,083,410 también por la termoeléctrica. Chacabana está vinculado con 4.7 millones también por las plantas a carbón.”

A pesar de estas demoledoras evidencias sobre sobornos pagados, la Procuraduría no ha informado a la fecha que haya realizado gestiones para identificar las personas detrás de esos seudónimos, habiéndose limitado a entrevistar a tres personas que fueron identificadas o gracias a la investigación periodística por operaciones inmobiliarias realizadas en los Estados Unidos,  o porque admitieron haber recibido esos pagos, luego de fuertes rumores de que las sociedades “offshore” que recibieron los mismos les pertenecían, dos de los cuales fueron consultores de la CDEEE para la licitación de Punta Catalina y alegan haber sido posteriormente contratados como consultores por ODEBRECHT.

Estas contundentes evidencias están a la espera de que la Procuraduría realice las acciones, que lamentablemente solo esta puede realizar, para solicitar y obtener de ODEBRECHT o del Ministerio de Justicia de Brasil las informaciones sobre las personas escondidas vilmente detrás de “codinomes”, así como se revelaron en Brasil y Perú.

Ahora que estamos en tiempo de inscripción de precandidatos y que por primera vez celebraremos primarias para la selección de los candidatos en los partidos mayoritarios, incluso bajo la modalidad de primarias abiertas en el partido oficial, es indispensable conocer no solo sus propuestas, sino eliminar o confirmar las sospechas de que pudiera haber aspirantes, o personas directamente vinculadas a los mismos que respondan a algunos de estos alias.

Es inminente que se revelen los rostros detrás de cada “codinome”, no solo para hacer justicia sino para que no tengamos que lamentarnos mañana de que, por falta de diligencia y voluntad del responsable de la acción pública, escojamos un lobo, disfrazado de mansa oveja.  Por eso debemos exigir con firmeza que se desenmascaren todos.