Yo no sé si usted siente lo mismo, pero cada vez que veo un montón de basura en cualquier calle, avenida o carretera, a pesar de las décadas de clamar por lo contrario mil veces cada día; cada vez que veo que alguien lanza un vaso o un papel desde un vehículo, sea de lujo con vidrios tintados o desde un carrito proletario, solo pienso que en 1997 el Gobierno dispuso que en todas las escuelas de este país se impartiera educación en medio ambiente, y no se ha hecho nada; cada vez que veo este vengozoso espectáculo de incivilización, no puedo evitar la rabia y la vergüenza que me da este país.