Quédate en mis sueños

Toda esta tierra pregunta por ti.

Toda mi alma pregunta por ti

y la carne!!!

esa!!

esa te inventa.

Ocupas todos mis anhelos.

La ausencia es una virtud.

En mis sueños te invento a mis anchas.

Compartimos el horizonte, disfrutamos la poesía,

y no faltan tus miradas;

ese verme en tus ojos que me conecta a la fuente divina,

al infinito.

Al dibujarte siento la ternura de tus labios acariciando los míos,

el roce de tu barba en mi rostro.

La brisa de la mañana nos acaricia e invita a unir los cuerpos.

Tus brazos me acogen.

Huelo a ti,

disfruto el aroma a hombre,

a macho, esa fragancia que mueve mi ser,

mis entrañas, mis instintos básicos.

Ronroneo mi pelo por tu pecho

y soy tuya.

En mis sueños el mar y el cielo me sonríen.

Me amas.

Por favor, no vengas,

no oses despertarme.

Déjame imaginar tu rostro sonriente

en la cima de las montañas,

en los copos de nubes.

Continúa hablándome a través del canto de los pájaros.

Quédate dónde estás.

Ahí,

el siempre, tiene sentido,

en mis sueños,

donde me perteneces,

donde eres mío.