¿Quién controla?

Lo presentado en el reportaje de La Sexta, sobre las prisiones de La Vega, El Seibo y La Victoria es un secreto a voces, de las cosas que se saben pero que en el país no se había documento, por lo menos no visualmente.

Es parte de nuestra herencia del viejo modelo carcelario que aún no hemos podido eliminar, a pesar de los adelantos con la construcción de nuevos recintos y el entrenamiento y empleo de agentes penitenciarios en vez de militares.

Que un recluso o interno, como le quieran llamar ahora,  tenga el seudo control de una zona en la cárcel que alberga unos 500 presos de los 1,300 en La Vega es insólito. Eso equivale más o menos a un 40 por ciento de los reos de dicho recinto.

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Se trata de protegidos y beneficiados de un interno solo identificado como Padilla, quien explicó a los periodistas españoles cómo opera su mando en el recinto de La Vega.

Lo que más sorprende es cómo un reo puede dar todas estas explicaciones frente a una cámara sin que ninguna autoridad se dé cuenta

¿Cómo es posible que sean los mismos reos que le dieran el «gran tour» a estas personas?

Los mismos periodistas mencionan en el trabajo que no veían autoridad alguna en el recinto?

Pero ¿es esto una prisión o un hotel de mala clase donde la comida, las camas y las instalaciones son deplorables?

¿Quién tiene el control en estos lugares? ¿Cómo se permiten estos privilegios y entregar a un recluso la responsabilidad que compete a las autoridades penitenciarias, mientras muchos internos están mal nutridos y sufren toda suerte de calamidades, incluso el peligro de ser maltratados, abusados y hasta asesinados

Estén o no los recintos en el modelo viejo o nuevo, un reo es un reo, está privado de libertad, está cumpliendo una sentencia por haber violado las leyes de nuestro país, no puede tener control alguno en una prisión.

Qué vergüenza ante los ojos del mundo.