REDACCIÓN.– El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría ofrecer la cartera de Secretario de Estado al senador cubano-estadounidense de Florida, Marco Rubio, según medios internacionales.
Rubio llegaría a ocupar la posición más alta en la diplomacia estadounidense, algo para lo que su perfil encaja bien, debido a su participación en comités estratégicos como el Selecto de Inteligencia y el de Relaciones Exteriores, lo que le ha permitido adquirir amplia experiencia en asuntos de seguridad nacional y relaciones internacionales.
Rubio ha tenido una larga trayectoria en el Senado de Estados Unidos defendiendo políticas exteriores que promueven la libertad y la democracia, principalmente en América Latina, y critica a gobiernos de izquierda como los de Andrés Manuel López Obrador, en México; Gustavo Petro, en Colombia; y Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil.
También ha mantenido una posición favorable para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. Desde el Senado, ha respaldado al gobierno de Volodímir Zelenski y criticado al de Putin. Aunque Trump ha mostrado interés en finalizar el conflicto entre esos países, Rubio ha comenzado a acercar posiciones, afirmando, después de la elección de Trump, que se debe buscar una solución de “sentido común” en Ucrania.
Con respecto a China, Rubio es considerado uno de los mayores detractores del gigante asiático en el Senado de Estados Unidos. De hecho, fue sancionado por Beijing en 2020 por su postura sobre Hong Kong tras las protestas a favor de la democracia.
Rubio, del Partido Republicano, intentó llegar a la presidencia en 2016, pero chocó con Trump. La campaña subió de tono, y ambos se enfrascaron en una pelea verbal durante la fase final, cuando Rubio era uno de los últimos rivales en pie. Trump lo había apodado “Pequeño Marco”, y Rubio contraatacó bromeando sobre el tamaño de sus manos.
“Siempre me llama Pequeño Marco. Y admito que es más alto que yo. Mide como 1.88, por eso no entiendo por qué sus manos son del tamaño de alguien que mide 1.60”, dijo Rubio en uno de sus actos de campaña. “¿Y saben lo que dicen sobre los hombres con manos pequeñas?”, continuó, generando risas en el público. “No puedes confiar en ellos”, remató.
Trump llegó a decir que Rubio “es un peso ligero total al que no contrataría para dirigir una de mis empresas más pequeñas”, mientras que Rubio lo llamó “un estafador”.
Rubio lamentó posteriormente el nivel de los debates en esa primaria, y con el tiempo terminó ofreciendo su lealtad a Trump, como el resto del Partido Republicano.
En esta campaña, sin embargo, se mostraron como fuertes aliados, al punto de que Rubio estuvo en la “lista corta” de candidatos para acompañar a Trump en la fórmula, quien finalmente se inclinó por J.D. Vance.
En los años transcurridos desde entonces, la relación entre Rubio y Trump se ha fortalecido.
Rubio nació en 1971 en Miami, Florida, hijo de dos inmigrantes cubanos que dejaron la isla en busca del sueño americano. Su padre trabajaba como barman, mientras que su madre fue ama de casa, mucama en un hotel y cajera en una tienda Kmart.
Antes de ser elegido para el Senado en las elecciones legislativas de 2010, Rubio fue comisionado de la ciudad en West Miami y presidente de la Cámara de Representantes de Florida.
Marco Rubio alcanzó notoriedad nacional en la convención republicana que ungió a Mitt Romney como candidato presidencial en 2012.
Después de dejar su escaño en 2010, decidió presentarse como candidato al Senado, enfrentándose al entonces gobernador de su partido, Charlie Crist. Captando el fervor del Tea Party, Rubio terminó empujando a Crist a presentarse como independiente y salió victorioso.
Regresó a Washington en la primavera de 2016, derrotado y con la intención de abandonar la política.
Rubio es uno de los miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y ocupa la segunda posición en el Subcomité del Hemisferio Occidental. También integra el Comité de Inteligencia de la Cámara alta.
Durante la pandemia, Rubio y el senador demócrata Ben Cardin, de Maryland, trabajaron con el Gobierno para implementar rápidamente el Paycheck Protection Program, un programa de préstamos que ofrecía a los propietarios de pequeñas empresas una forma de financiar las nóminas y otros gastos durante el COVID-19.
Además, desempeñó un papel fundamental trabajando estrechamente con Ivanka Trump en la creación del crédito fiscal por hijos en el proyecto de ley tributaria de 2017 del Partido Republicano. Inicialmente, Rubio amenazó con votar en contra del paquete a menos que se ampliara la reembolsabilidad del crédito en el proyecto, lo cual finalmente se logró.