REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Una de cada cuatro personas tendrá algún problema mental a lo largo de su vida. Personas que están bien un día, y de repente pueden no estarlo al otro, porque todos tenemos probabilidades de vivir algún trastorno mental pero… ¿Sabes? Son PERSONAS con una mera enfermedad. Existen muchos tabúes debido al desconocimiento, a las etiquetas del cine e incluso por culpa de noticias mal redactadas
Tener un problema de salud mental no tiene que ver con la debilidad del carácter, ni es culpa de la persona que lo padece. Tampoco es algo que impida tener una vida plena, tener un trabajo o formar una familia. Son personas iguales, que padecen una enfermedad más y hay que tratarlas con normalidad.
La Confederación de Salud Mental España ha realizado un taller con casi una decena de personas con algún tipo de trastorno mental y bajo sus experiencias personales y explicaciones pretenden “derribar todas las barreras que existen” en torno a las personas que padecen estas enfermedades. Hay tabúes, prejuicios y miedos por culpa del desconocimiento generalizado, esto impide tratar con naturalidad a esas personas.
Salud Mental España propone la inclusión en la cartera básica de servicios sanitaria cuatro medidas terapéuticas:
Nel González, el presidente de Salud Mental España, afirma: “Uno de los mayores hándicaps para que la recuperación de estas personas sea posible, es la discriminación y la etiquetación“. Añade que tampoco existen “datos precisos” sobre el número de personas afectadas en España y que “los recursos que se les dedican son escasos“.
Las características más señaladas según la Confederación son:
Es fundamental tener claro que TODOS podemos sufrir a lo largo de nuestra vida algún tipo de trastorno mental y que 1 de cada 4 personas lo padecerá. La Confederación de Salud Mental asegura que aunque hay gente “con más predisposición genética, influyen factores desencadenantes” como:
Nel González garantiza que “está demostrado científicamente que las personas que padecen trastornos mentales no son agresivas”, al contrario, son menos violentos y generalmente son ellos las quienes sufren más agresiones por parte de la sociedad.
Los personajes con trastornos mentales en películas generalmente son violentos y dan miedo; además en prensa se suele especificar la enfermedad mental que sufre el agresor, cosa que no se debería de hacer. Todo ello da lugar a numerosos tabúes y falsas etiquetas en torno a las personas con trastornos mentales:
Cuenta que su enfermedad nunca le ha impedido hacer nada: “Tengo una carrera, soy ingeniero y he trabajado durante 42 años y he formado una familia con 2 hijos”.
“Las personas que tenemos algún trastorno mental sufrimos acoso laboral por el mero hecho de sufrir esta enfermedad. Sólo un 8% de personas con trastornos trabaja”, reivindica Manuel.
“Prefieren a alguien en silla de ruedas porque queda mejor en una foto y vende más que a una persona con una enfermedad mental. Hay muchos estigmas de que podemos dar problemas y con alguien en silla de rueda creen que el único problema será que quepa la silla”, relata Toño.
Las personas con enfermedades mentales son perfectamente capaces de desempeñar cualquier trabajo y claro que se ponen malas: como todo el mundo.
Hablamos además sobre lo complicado que es acertar en la medicación (a veces prueban durante años) y el gran papel que juega el psiquiatra, pero sobre todo la familia y el entorno de esa persona.
“El diagnóstico no basta, es difícil llegar a la medicación adecuada y por ello se necesita más del entorno y de la sociedad, eso es lo que nos complementa”, añade.
Era productor audiovisual y con 32 años se abrió al mundo de la energía y espiritualidad y acabó “escuchando voces”. Le diagnosticaron esquizofrenia y su familia recurrió a una asociación para buscar su “reequilibrio”.
“Un diagnóstico así te hunde por la sociedad que te rodea. Necesitas a los demás y la familia es tu principal ayuda. Necesitas recuperar tu horizonte, tu objetivo vital y es muy difícil que las personas por sí solas se recuperen”, explica.
Ya está recuperado, vuelve a dedicarse al mundo audiovisual y termina afirmando: “Muchas veces un simple abrazo es lo que te ayuda a entrar el reequilibrio y volver a la realidad”.
Pequeños gestos pueden ayudar mucho la mejora de éstas personas y sobre todo puede favorecer la eliminación de los estigmas que existen, por ello la Confederación Salud Mental España da una serie de consejos de actuación: