Todos los seres humanos, el agricultor, el artista, los padres de familia, el político, empresarios, etc. con sus actitudes y acciones, dejan huellas en la sociedad. Consciente de ello, muchos son celosos guardianes de sus labores, se manejan siguiendo principios éticos, para sentirse orgullosos de sus frutos.
Sin embargo, otros descuidan lo moral, ejercen su “oficio” buscando beneficios económicos, por cualquier vía; sin ningún pudor, difaman, alaban, sobornan con tono amenazante, para evitar ser desmentido; actúan sin importarle ser fuente de aprendizaje negativa para la sociedad.
Me surge este comentario, tras reflexionar por la situación que está pasando Rafael Solano.
Rafael Solano es un artista, compositor, pianista, cantante, quien a lo largo de su carrera ha demostrado ser un hombre honesto, laborioso, de los que han vivido con la satisfacción de haber actuado en buena lid, enviando mensajes positivos. A través de sus composiciones musicales, desborda amor, ternura y paz. Ha puesto su talento al servicio de las mejores causas. Se ha ganado el respeto y cariño del pueblo ¡Es un orgullo nacional!
Muchos se concentran en disfrutar las composiciones musicales de Solano, pero otros están atento a su prestigio, a lo económico, a “su bolsillo”; sacan números, multiplican y la envidia le invade el alma. De ahí que usan su talento para lanzarle lodo.
Rafael Solano es compositor de varias joyas musicales ¡todas hermosas! pero la más impactante y destacada ha sido “Por Amor”. Sus versos, inspirados en el amor de Dios, de Jesús, buscan acercarnos al Todopoderoso; son un derroche de ternura…” por amor fue una vez fue al calvario con una cruz a cuesta, aquel que también por amor, entregó el alma entera” “por amor hay quien haya querido agarrar una estrella” . Su éxito ha sido mundial, por 50 años.
Ahora aparece un periodista llamado Alvarito Arvelo y dice que el compositor de “Por Amor” no fue Solano sino Manuel Troncoso. ¿Qué pretende? Sabemos que para algunos lo más valioso es el dinero, lo buscan como sea; sufren el triunfo ajeno y buscan mancharlo. Para otros, como Solano, lo más importante es su dignidad, dejarle ese valioso tesoro a sus hijos y a la humanidad. Por tanto, no podía aceptar que alguien manchara su trayectoria con mentiras. Como Alvarito habla “un idioma diferente” al suyo, decidió que un Tribunal Judicial la desnudara.
El Tribunal condenó a Alvarito. Lo pellizcó, entre otras cosas, por donde más le duele: al pago de 1.5 millones de pesos. “La sentencia no compensa el daño moral que me hizo” dijo Solano. Es cierto, pero al menos logró despejar esa mentira, que el mundo supiera que nunca ha tenido que robar talento ni sobornar para producir y triunfar. ¡Magnífica lección!
El diálogo parece haber sido “Solano, te pegué por donde más te duele, por tu honor, por la dignidad. Espero por ti”. La respuesta fue “Alvarito, le he pedido a los jueces que te respondan”. Los jueces “Alvarito, te pegamos, aunque suavemente, a lo que te afanas por llenar: tu bolsillo”. La justicia tarda, pero llega; cuidado con los que alardean de “enciclopedia humana”.
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