Cada día el país es sorprendido por una insólita revelación que pone de manifiesto nuestra desprotección frente a los graves peligros que nos acechan como el narcotráfico y el crimen organizado, a pesar de que nos ufanamos de contar con tecnologías de punta.
Esta penosa realidad ha quedado al descubierto con la afirmación del ministro de Defensa, Rubén Darío Paulino Sem, de que el país no cuenta con radares en operación, en vista de que fueron adquiridos de forma irregular y que, por lo tanto, están sometidos a un proceso legal.
Se trata de una seria revelación, ya que traducida al plano de la realidad, significa que el país es vulnerable a las trazas de las aeronaves no identificadas que sobrevuelan el territorio. En otras palabras y más claramente, no pueden ser detectadas y sus cargamentos, generalmente con alijos de drogas en ocasiones solo son incautados cuando se producen aterrizajes forzosos.
Aun en estos casos los narcos logran a veces cargar con su infame carga y evadir la acción de la justicia, como ocurrió recientemente con una avioneta que aterrizó en horas de la madrugada en un campo de caña de la región Este sin ser detectada a tiempo por las autoridades dominicanas.
Ante todo esto surgen preguntas que deberían tener rápida y clara respuesta de los organismos de seguridad e inteligencia del Estado.
¿Qué sentido tiene haber adquirido con exorbitantes sumas millonarias en dólares los famosos aviones Super Tucano, compra por cierto objeto aún de un proceso inconcluso en la justicia, si no contaríamos con radares para localizar las aeronaves que están supuestos a perseguir?
¿Por qué el Ministerio de Defensa no había informado al país con la debida antelación que no contábamos con radares y que todo esto se debía a lo que se define como una adquisición irregular de esos valiosos equipos?
Los ciudadanos deben saber ¿en qué consistió esa irregularidad y si habrá un sistema de consecuencias, o sea si quienes incurrieron en tan grave falta serán sancionados o quedarán impunes?
Es probable que si el caso de la avioneta hallada en El Este no se hubiera producido, el tema de la falta de radares permanecería como hasta ahora virtualmente oculto con nuestro cielo indefenso frente a las incursiones aéreas del narcotráfico internacional.