SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La República Dominicana y Haití necesitan establecer un marco regulatorio conjunto en materia de migración, ya que es evidente en el primero de estos países la necesidad de la mano de obra haitiana, según considera un estudio presentado hoy por el Banco Mundial sobre los dos países.
De acuerdo a esto, las relaciones económicas bilaterales se basan en el comercio, la migración y las remesas a lo que se añade el impacto de los fenómenos naturales que afectan a los dos países que comparten la isla caribeña conocida antiguamente como «La Española».
El informe «Haití, República Dominicana: más que la suma de las partes», asegura que el 46 % de los haitianos que cruzan al lado dominicano lo hace de manera temporal para trabajar en labores agrícolas, principalmente.
«A pesar del considerable desafío que plantee la migración entre Haití y la República Dominicana, no existe actualmente un marco jurídico común que lo regule», dice el documento.
El estudio, que de acuerdo al organismo fue elaborado en los últimos cuatro años, alienta el estrechamiento de la colaboración y deja establecido claramente la diferencia en la economía de los dos países.
«Alrededor de unos 150,000 hogares se benefician en República Dominicana del negocio con Haití», afirma la investigación del Banco Mundial, que también revela que el 30 % de las importaciones haitianas provienen de su socio fronterizo.
Sin embargo, el informe asegura que el aumento de la integración comercial entre los dos países enfrenta una limitación estructural, ya que los productos que República Dominicana envía a Haití no se ajustan a la demanda de importaciones de esta nación.
«La búsqueda de mercados más amplios y el escaso interés tradicionalmente mostrado por Haití en lograr una mayor integración comercial, podrían explicar el por qué la República Dominicana asignó mayor prioridad a la integración con países de América Central y los Estados Unidos», añade el análisis del organismo.
En cuanto al tema migratorio, el Banco Mundial dice que la evidencia recogida sobre el riesgo potencial de que la inmigración haitiana genere efectos adversos sobre los ingresos de dominicanos con bajos niveles de formación, no es concluyente.
«El impacto de la inmigración haitiana sobre los salarios dominicanos es limitado, porque estos últimos cambian lentamente y los haitianos son solo sustitutos parciales de los trabajadores dominicanos», añade el estudio, que define de «relativamente bajo» el impacto de los trabajadores haitianos sobre las finanzas públicas de República Dominicana.
El informe destaca, que aunque las remesas haitianas provenientes de República Dominicana constituyen una menor proporción que las enviadas desde Estados Unidos, las primeras tienen más probabilidades de reducir la pobreza en Haití, ya que benefician principalmente a hogares de ingresos más bajos de ese país.
