SANTO DOMINGO.- Las mujeres físicamente inactivas, en sobrepeso, con implantes mamarios, y las que consumen tabaco y alcohol, están en mayor riesgo de contraer cáncer de mama, por lo que se recomienda mantener un balance entre alimentación y actividad física.
Así lo explicó el doctor Rafael Draper, ginecólogo-obstetra de Hospiten Santo Domingo, a propósito de la conmemoración del Día Mundial de la lucha contra el cáncer de mama, este 19 de octubre, quien dijo además que existen otros factores de riesgo de contraer cáncer de mama, como la edad, las mutaciones genéticas, y los antecedentes personales y familiares.
El cáncer de mama -dijo- conocido como cáncer de seno o adenocarcinoma, no es más que la proliferación acelerada, desordenada y no controlada de las células pertenecientes al tejido de ambas glándulas mamarias, que se transforma en células tumorales, hasta convertirse en un bulto o tumor.
Aunque en fase inicial el cáncer no presenta síntomas, cuando está en una fase avanzada, asegura Draper, se presentan nódulos o engrosamiento del seno sin dolor, cambia su tamaño, y aparecen hendiduras, enrojecimiento, grietas en la piel, y cambia el aspecto del pezón o de la piel circundante.
“Otros factores que aumentan el riesgo de cáncer de mama son el no tener hijos antes de los 30 años y quedar embarazada después de esa edad, no amamantar y no haber tenido un embarazo que llegue a término”, explicó el galeno.
Algunos estudios -señala Draper- muestran que el riesgo en la mujer de tener cáncer de mama aumenta cuanto mayor sea la cantidad de alcohol que tome; “incluso el consumo de alcohol y tabaco a niveles bajos, se ha relacionado con un aumento en el riesgo”, asegura.
“Pero solo uno de cada 10 cáncer de mama (10%), está relacionado con anomalías genéticas que se transmiten de padres a hijos, ya que alrededor del 90% de esa patología se desarrolla a partir de cambios genéticos adquiridos (no hereditarios), que aún no se han podido identificar”, puntualizó el doctor Draper.
Se recomienda -dijo Draper- que a las mujeres a partir de los 40 años debe hacerse un examen clínico (mamografía) de mama cada año, “para tener la opción de iniciar la detección temprana, y a partir de los 55 años, pueden cambiar a una mamografía cada 2 años.
De acuerdo con nivel de avance del cáncer el tratamiento puede variar, para lo cual se debe hacer con radioterapia, quimioterapia, tratamiento hormonal, terapia dirigida, inmunoterapia, o terapia sistémica o neoadyuvante que tiene el objetivo de reducir el tamaño o la extensión del cáncer antes de hacer una intervención radical con cirugía para evitar la metástasis.
Sin embargo, aunque es menos frecuente, uno de cada 100 casos, el doctor Draper afirmó que el cáncer de mama también se puede manifestar en hombres, y generalmente se diagnostica con métodos más avanzados, “pero con menos posibilidades de curarse”.
“Los tumores de la mama masculina, comparados con los tumores mamarios femeninos, tienen mayor grado histológico y marcadores de proliferación aumentados, por lo que en los hombres los beneficios de la quimioterapia son más difícil de tener resultados positivos, ya que la mayoría de los tumores son receptores hormonales positivos y se presentan en varones mayores con múltiples comorbilidades”, precisó Draper.
El doctor Draper informó que el déficit de vitamina D está asociado a una prevalencia del cáncer de mama, porque su efecto antiinflamatorio está relacionado con el control de la progresión del cáncer debido a su labor de bloqueo en la producción de interleucinas inflamatorias.
La vitamina D -dijo- en proporciones adecuadas ralentiza el desarrollo del cáncer, “incluso podría impedir la formación de la misma, promoviendo la diferenciación celular». De hecho, ella permite que disminuya el crecimiento de células cancerosas, por lo que esta hormona tiene una clara acción anticancerosa asociada al tumor maligno mamario”.
El galeno recomienda hacer ejercicios de estiramiento para mejorar la movilidad de los brazos, entrenamiento de resistencia para ayudar a mejorar la fuerza en los brazos y músculos centrales, y ejercicio cardiovascular para ayudar a mejorar la salud del corazón y la capacidad aeróbica.