REDACCIÓN.- Miles de personas afectadas por el seísmo del pasado día 8 en Marruecos, que dejó casi 3,000 muertos, esperan que comience la reconstrucción de sus casas viviendo en tiendas de campaña facilitadas por el Gobierno marroquí, a las que se está proveyendo de alumbrado público, agua y servicios de salud móviles.
La localidad de Amizmiz, a unos 60 kilómetros al sur de Marrakech y en las faldas del Alto Atlas, es uno de los puntos donde se concentran los refugiados, muchos de ese propio pueblo de unos 15,000 habitantes y otros llegados de las aldeas de las montañas.
Amizmiz pertenece a la provincia de Al Haouz, la más afectada por el seísmo y donde murieron más de la mitad de los casi 3,000 fallecidos a causa del terremoto, de magnitud 6,8 y que dañó un total de 56,674 casas de 2,930 aldeas, según un balance del Ministerio marroquí de Finanzas.
Allí, la situación de los refugiados va mejorando mientras avanzan los planes aprobados por el Gobierno marroquí, al que se ha asignado un presupuesto de 120,000 millones dirhams (11,035 millones de euros, 11,680 millones de dólares) para reconstruir las infraestructuras en las zonas afectadas e implementar un nuevo plan de desarrollo en esa parte de Marruecos.
Los habitantes de esta localidad viven en tiendas dispuestas por el Gobierno marroquí, tanto en campamentos militares como en grupos de tiendas instaladas en terrenos cercanos al pueblo, donde siguen con su día a día esperando la reconstrucción de sus casas de esta zona del Marruecos rural y humilde.
Según una fuente de las autoridades locales consultada por EFE, la empresa de gestión de agua y electricidad en la zona ha instalado sanitarios públicos y fuentes para garantizar suministro de agua y otros servicios para los ciudadanos damnificados.
La fuente añadió que los docentes de todos los niveles están impartiendo sus clases en tiendas habilitadas. Estas tiendas se van instalando poco a poco, pero aún quedan alumnos en edad escolar pendientes de espacio para recibir sus clases.