Londres.- El Gobierno británico ha abierto una consulta con las partes afectadas sobre las posibles implicaciones que tendría la adopción de medidas de represalia contra los aranceles anunciados por Estados Unidos y cuáles son los productos que deberían ser incluidos en esas contramedidas.
Así lo comunicó hoy en la Cámara de los Comunes (baja) del Parlamento el ministro de Empresas y Comercio, Jonathan Reynolds, al señalar que «es posible» alcanzar un nuevo acuerdo económico con Estados Unidos, aunque el Reino Unido se reserva el derecho a adoptar las medidas «necesarias» si no se logra.
«Para permitir que el Reino Unido tenga todas las opciones abiertas en el futuro, hoy pongo en marcha una solicitud de información sobre las implicaciones para los negocios británicos de una posible acción de represalia» contra los aranceles del 10 % a los productos del país anunciados por el presidente Donald Trump, indicó.
«Buscaremos la opinión de las partes británicas a lo largo de cuatro semanas, hasta el 1 de mayo de 2025, sobre los productos que podrían potencialmente ser incluidos en cualquier respuesta arancelaria. Este ejercicio dará a las empresas la oportunidad de tener voz e influencia en el diseño de cualquier acción», añadió.
Esta consulta es «un paso formal necesario a fin de mantener todas las opciones sobre la mesa» para el Reino Unido, según explicó.
Según dijo el ministro, el Ejecutivo detallará «una lista indicativa» de productos norteamericanos a los que el Reino Unido podría aplicar aranceles en respuesta al anuncio de Trump.
También se mostró partidario de intentar llegar a un nuevo acuerdo con Estados Unidos, algo que consideró «posible» y «favorable».
En este sentido, subrayó que (un acuerdo) no solo evita la imposición de «aranceles significativos» sino que «profundizaría la relación económica en todas las materias desde defensa, seguridad económica, servicios financieros, maquinaria, tecnología y regulación».
Sin embargo, admitió que desde el Gobierno están, «por supuesto, decepcionados por el incremento en los aranceles sobre el Reino Unido y otros países del mundo» y dijo que «el impacto se sentirá entre todos los países que comercian».
En su intervención, Reynolds recordó a los diputados que este país mantiene una relación comercial «fuerte» con EE.UU, valorada en 315.000 millones de libras (374.000 millones de euros), por detrás de la que ese país tiene con la Unión Europea (UE).