Desde el fin del trujillato, hace 63 años, partidos boschistas han gobernado durante 37 años, más que los 23 correspondientes a Balaguer, uno del Consejo de Estado y dos del Triunvirato. Los políticos del PRD, PLD, PRM y la FUPU, han sido casi todos en algún momento fieros defensores de las contradictorias y confusas ideas de este gran político, que sólo pudo gobernar siete meses en 1963. De estos cuatro partidos, del que más orgulloso estuvo Bosch —pese a que alguna vez renunciaría del mismo— es el PLD. Este lunes se reunirá su principal órgano directivo, el comité político, para hacer la autopsia de su vergonzosa derrota electoral, que lo convirtió en un partidito minoritario sin senadores tras haber sido una formidable maquinaria. El PLD logró 31 senadores en 2010 y ahora ninguno. Sacó menos diputados que la FUPU y apenas un 10% del voto presidencial. Es claro que la imposición de candidaturas o puestos directivos por cualquier método no democrático llevará al PLD al mismo destino que su antecesor el PRD. Será peor que otras corrupciones si la debacle peledeísta queda impune. Hay muchísimos jóvenes valiosos y honestos que deben asumir su deber de renovar ese partido.
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