SANTO DOMINGO.– Hoy, República Dominicana celebra el 180 aniversario de la promulgación de su Constitución, la cual fue proclamada en San Cristóbal el 6 de noviembre de 1844, consolidando la soberanía del nuevo Estado dominicano tras su independencia de Haití.
Esta histórica Carta Magna, que estableció las bases del sistema de gobierno, ha sido fundamental en la configuración del país como nación libre y soberana.
La redacción de la Constitución comenzó el 24 de julio de 1844, tras el ascenso del general Pedro Santana como presidente. Santana promulgó un decreto que ordenaba la elección de un representante o diputado por cada provincia para conformar la Asamblea Constituyente.
Estos diputados, encabezados por Manuel María Valencia como presidente del Congreso, fueron los encargados de dar forma al primer texto constitucional dominicano.
El trabajo de redacción incluyó una comisión formada por figuras como Vicente Mancebo, Buenaventura Báez, Manuel María Valencia, Julián de Aponte y Andrés Rosón, quienes tomaron como referencia elementos de las constituciones de Francia y Estados Unidos.
La Constitución resultante estableció un gobierno civil, republicano, popular, representativo y responsable, e hizo hincapié en la independencia de los tres poderes: Legislativo, Judicial y Ejecutivo. Sin embargo, debido a la oposición de Santana por las limitaciones que esto imponía a sus funciones, se incluyó el controvertido artículo 210, que le otorgaba al presidente autoridad para movilizar el Ejército en tiempos de crisis.
En el marco de esta conmemoración, es relevante recordar los debates y conflictos en torno a la nacionalidad, como el originado por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional en 2013. Esta decisión, emitida el 25 de septiembre, establece que los hijos de extranjeros nacidos en el país después de 1929 no son dominicanos, afectando principalmente a descendientes de haitianos. La medida generó una intensa polémica tanto a nivel nacional como internacional y fue objeto de denuncias ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La elección de San Cristóbal como sede para la promulgación de la Constitución respondió al interés de otorgar a los legisladores libertad de pensamiento y acción.
El cónsul francés Eustache Juchereau de Saint-Denys afirmó que esta ciudad, a 30 kilómetros de Santo Domingo, ofrecía el entorno adecuado para deliberar sin presiones. Originalmente se había propuesto la localidad de Guerra, pero las limitaciones logísticas llevaron a los legisladores a trasladarse a San Cristóbal.
Hoy, al cumplirse 180 años de este hito, la Constitución dominicana sigue siendo el pilar que guía la vida democrática y el desarrollo institucional del país.