Los episodios de lucha revolucionaria en favor de la libertad y en contra del despotismo y la opresión no pueden permanecer en el olvido. Es necesario que las nuevas generaciones conozcan y valoren a quienes lucharon por esos ideales, llegando incluso a ofrendar sus vidas, antes que claudicar frente al abuso y la violación de los derechos humanos.
Consciente de la importancia de ese legado y de que sea conocido en toda su dimensión y valiosa contribución a la siempre heroica y difícil lucha de la libertad, el Grupo SIN sigue con su serie de rescate histórico de esas jornadas.
Comenzó con Amín Abel Hasbún y continuará ahora con Amaury Germán Aristy, un revolucionario que desde muy joven asumió con entereza y rigor la lucha en defensa de las libertades públicas y en contra de la violación a los derechos humanos.
El combate frontal a la opresión, el abuso y la violación de los derechos humanos ha tenido grandes protagonistas a lo largo de la historia contemporánea de la República Dominicana, con sacrificios y mártires perseguidos y asesinados porque defendieron el derecho a la protesta y plantaron, con firmeza y valentía, el estandarte de reclamo de libertad frente a regímenes despóticos.
Además de las noticias de actualidad y de su programa de investigación periodística a través de El Informe con Alicia Ortega y trabajos de agenda propia para profundizar sobre temas de trascendencia, con este tipo de documentales de recuento histórico, SIN busca que la juventud dominicana conozca en detalle quiénes fueron sus héroes juveniles y los sacrificios que tuvieron que asumir en coyunturas políticas difíciles y peligrosas.
Uno de los mártires de esa jornada patriótica, sin la cual el país no hubiera podido registrar avances reales y notables en el fortalecimiento de la libertad y la democracia es Amín Abel Hasbún, un inteligente y brillante estudiante universitario que sentó las bases de la lucha de la juventud dominicana por un mejor destino de las instituciones nacionales.
La fiera rebeldía con que asumió esa tarea, consciente del papel que le correspondía a la juventud, le permitió mantenerse incólume, a pesar de persecuciones y amenazase, por lo que esbirros del régimen de los 12 años del presidente Joaquín Balaguer planificaron y llegaron a su término el asesinato de este fiel exponente de la lucha popular.
Amaury Germán Aristy y otros integrantes del grupo revolucionario Los Palmeros, murió enfrentando a tiros a un voluminoso continente militar que los asedió en unas cuevas cercanas a la autopista Las Américas cuando muchos de los actuales dirigentes juveniles no habían nacido.
Habún comentó al respecto: “comenzamos con Amín Abel Hasbún, un joven que desde temprana edad comenzó su lucha por la libertades públicas. Siempre a favor de un mejor país. Se dedicó una larga jornada para la búsqueda de documentos escritos, así como audiovisuales a fin de poder ofrecer al público una producción que los edifique”.
Además del documental sobre la vida y la trayectoria de Amaury Germán Aristy, el Grupo SIN se enfocará en la realización de documentales que abordarán la lucha de jóvenes revolucionarios, entre los que se citan Henry Segarra, Otto Morales y Maximiliano Gómez.
Fernando Hasbún subrayó que “en una época como esta es importante revivir el recuerdo de esos gigantes que perdieron sus vidas de manos de criminales que nunca pagaron sus culpas”. Tanto Amín Abel Hasbún como Amaury Germán Aristy lucharon contra la dictadura trujillista y luego se enfrentaron a cualquier asomo de intolerancia, atropellos y negación al derecho a la libre expresión del pensamiento.
Aunque en un contexto diferente y con métodos ajustados a la Constitución, las leyes y la coexistencia civilizada, la juventud dominicana debe permanecer vigilante ante cualquier elemento que pueda atentar contra la democracia y los medios tienen la obligación de contribuir a esta importante causa en favor de la institucionalidad nacional.
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