Sin alarmas ni histerias que nada resuelven, pero sí con mucha conciencia y responsabilidad social debemos asumir el serio desafío que significa tomar medidas preventivas en el país ante la incidencia del coronavirus a nivel global y de la cual no estamos en nada exentos.
Es una responsabilidad que debe ser asumida individualmente por personas y familias, pero también con un sentido colectivo, entendiendo que estamos ante un serio riesgo de crisis sanitaria ni no tomamos las medidas pertinentes.
Si actuamos con sensibilidad, debida conciencia y comprensión ante la situación que enfrentamos, no podemos esperar que sea solo el Estado y sus autoridades los que actúen, aunque a la parte oficial les corresponde la coordinación general de las estrategias a seguir.
Las personas que presenten síntomas sospechosos deben acudir al médico y no ofrecer resistencia cuando sean requeridos para ser aislados. Los viajeros, dominicanos o extranjeros que provengan de lugares donde el mortal virus se ha sentido con mayor fuerza tienen que ser sometidos a cuarentena.
Aquellos que no hayan podido ser detectados porque quizás tengan medios para evadir la supervisión al llegar al país desde destinos que figuran en el mapa de la pandemia, deberían someterse a cuarentena por voluntad propia si tienen algún grado de compromiso frente a la salud de la colectividad.
Mientras el Gobierno diseña, como se proyecta, otras medidas preventivas, hay que insistir en la necesidad de que los ciudadanos acentúen con énfasis, rigor y seguimiento, las previsiones de higiene personal que son fundamentales para prevenir contagios.
Insistimos, pues, que la conciencia colectiva es fundamental en estos momentos para evitar que el coronavirus pueda expandirse en el país con todas sus negativas conciencias para la paz social y la estabilidad económica. Ojalá que este humilde llamado cale y sea asumido con la responsabilidad que esperamos para bien de todos.