El anuncio de que la Policía emprenderá patrullajes preventivos en los barrios populares del Gran Santo Domingo para impedir “teteos” e incidentes de violencia como parte del Operativo de Seguridad de Semana Santa genera polémica entre residentes y comerciantes de esos sectores que saludan el intento por traer la paz, pero temen que se caigan las ventas en los colmadones.