Cumplo con informar que casi hemos llegado al momento histórico en que se cumplirá lo que a principios de los 80 me advirtió Juan Bosch al cabo de una entrevista: «En los años 40 y 50 el léxico de los dominicanos ascendía a unas tres mil palabras. Hoy, penosamente, ese léxico no supera las quinientas palabras. De seguir como va el retroceso cultural, llegaremos a expresarnos con rugidos». La advertencia de Bosch me fue aterradora. Hoy aterra más aceptar, como dicen, que este pavoroso retroceso humano sea irreversible.