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26 Abril 2024

Revisión de la seguridad social

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Mario-Rivadulla-3001Durante la recién pasada campaña electoral, el senador reelecto del Distrito Nacional y Secretario General del partido de gobierno, Reinaldo Pared Pérez, avanzó la información de que en la agenda de tareas a realizar del Presidente Danilo Medina en su próxima gestión de gobierno, figura la de someter a revisión y modificación de la Ley de Seguridad Social.

El lunes anterior, tuvimos oportunidad de entrevistar en televisión al ex Vicepresidente, doctor Rafael Albuquerque, quien previamente fue Secretario de Trabajo por diez años consecutivos en tres gobiernos diferentes, durante cuyo lapso de tiempo se pudieron conciliar todos los conflictos entre patronos y trabajadores, sin que se produjese una sola huelga.

Pero Albuquerque además de una reconocida notabilidad internacional en temas laborales, es también un calificado experto en el campo de la Seguridad Social. Desde ese ángulo, en el encuentro que sostuvimos, hizo importantes señalamientos y advertencias sobre fallas y lagunas en la ley que rige la materia y que, de no corregirse, pudieran hacer colapsar el sistema.

Uno de ellos es el monto de las pensiones, que tiene que ser necesariamente revisado. Albuquerque apunta que para el 2031 sobre la Seguridad Social comenzarán a llover solicitudes de pensión por vejez de trabajadores que habrán laborado y cotizado durante el mínimo requerido de 30 años o 360 cuotas. Y el monto de la pensión que para entonces recibirá la gran mayoría compuesta por trabajadores de bajo salario, que ya de por sí sería insuficiente al presente, resultará mucho más disminuido debido a la inflación y pérdida de valor adquisitivo del peso que valdrá mucho menos. Tendremos en consecuencia y realidad, más que un nutrido grupo de bien asistidos pensionados, una legión de infelices ciudadanos de la tercera edad con niveles de vida que rayarán en la indigencia.

Otros temas abordados por el doctor Albuquerque.

El hecho insólito, que contradice los objetivos de la Seguridad Social, de que al pensionarse el trabajador es despojado automáticamente de su seguro de salud, precisamente en la época de su vida en que más lo necesita. Tal está ocurriendo con los pensionados de distintos organismos del Estado que al desaparecer estos, pasaron a cobrar sus pensiones por el Ministerio de Hacienda, momento en que quedaron huérfanos de la cobertura de salud.

Hay otras situaciones que requieren por igual un abordaje inmediato. Tales: la necesidad de impulsar los Centros de Atención Primaria, para reducir costos y limitar la gran cantidad de pacientes que sin necesidad y con quebrantos menores, congestionan los hospitales, provocando un enorme sobregasto al sistema; actualizar el Manual de Servicios de Salud, que contiene procedimientos ya obsoletos y carecen, en cambio, de otros más avanzados que debieran aparecer y estar al servicio de los afiliados pero que no figuran en el mismo, así como el de medicamentos que necesita ser puesto al día desde hace mucho tiempo, incorporándole fármacos más avanzados y mucho más eficaces y descontinuando otros que ya están en desuso.

Quince años después de su entrada en vigencia, el sistema ampara un 65 por ciento de la población, muy por debajo de la meta original que era dar cobertura al 100 por ciento en un plazo de diez años. Al margen, se mantiene el llamado sector informal, cuya integración requiere de un mecanismo especial y más complejo.

Pero notorio, al cabo de todo este tiempo, es el alto nivel de desconocimiento de sus derechos por una gran parte de los afiliados, en especial en lo tocante al cobro ilegal de las emergencias que, por ley, tienen que ser prestadas en todos los centros asistenciales sin costo alguno, se disponga o no de seguro, disposición que es violada de continuo.

Un hecho positivo y singular: nuestro sistema de Seguridad Social es el único en todo el mundo que cuenta con un Departamento de Información y Defensoría de los Afiliados (DIDA). Pese a tener que desenvolverse con una gran limitación de recursos, dispone de un personal muy profesional, bien entrenado, que domina todos los aspectos de la Ley de Seguridad Social y con una arraigada mística de servicio que rinde una excelente labor de orientación y asistencia a los asegurados velando por sus derechos.

Cada mes, el organismo recibe decenas de miles de quejas, denuncias y consultas de afiliados, gestiona y resuelve las que caen dentro de su competencia y envía al Consejo de la Seguridad Social las que corresponden al ámbito exclusivo de este.

Con su amplio conocimiento y experiencia en esta importante área, las recomendaciones y advertencias del doctor Alburquerque debieran ser tomadas muy en cuenta cuando se proceda a la impostergable revisión de la Seguridad Social. Sus aportes serían seguramente de sumo valor para que la ley pueda cumplir sus metas y satisfacer las expectativas originadas en sus inicios.

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