España.- El monarca español, Felipe VI, apeló este viernes a la cooperación seria, profunda y sincera de las distintas naciones para «abordar los grandes retos globales» frente a la «deriva» de guerras, conflictos y tensiones geopolíticas y el «vértigo ante el riesgo de su extensión».
En su discurso durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias que se celebró hoy en Oviedo (norte), el monarca español admitió que «todos teníamos la esperanza, en estos comienzos del siglo XXI, de vivir un mundo más pacífico, más estable, más ordenado», y sin embargo «no está siendo así».
El rey lamentó «el regreso terrible de la guerra, de los conflictos bélicos en su versión más descarnada y brutal, así como del vértigo ante el riesgo de su extensión».
«Como si las lecciones severas de un pasado no tan lejano hubieran caído en el olvido, proliferan de nuevo los enfrentamientos causando auténticas tragedias de gran magnitud y alcance global, llenas de horror y devastación que ignoran y desprecian la vida, la dignidad y los derechos humanos de millones de personas», dijo Felipe VI.
El monarca se refirió al «conflicto en Oriente Próximo», en referencia al enfrentamiento entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, para recordar que la Fundación Princesa de Asturias concedió en 1994 el galardón de Cooperación Internacional de manera conjunta al primer ministro de Israel, Isaac Rabin, y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat.
Según recordó en el mismo escenario en el que ambos recogieron el premio hace casi tres décadas, el jurado les concedió el galardón por «su decisivo esfuerzo para crear las condiciones de paz en la región, siguiendo el proceso iniciado en la Conferencia de Madrid de octubre de 1991 que debe conducir a la pacificación definitiva del Próximo Oriente».
Un año después, continuó Felipe de Borbón, el rey Hussein de Jordania apelaba al recibir el premio de la Concordia a «una paz que debe nutrirse, sustentarse y defenderse», ya que «es la única manera de garantizar un futuro mejor, un futuro seguro para toda la humanidad».
En este contexto «de guerras y de conflictos, las tensiones geopolíticas se agudizan y ponen a prueba, una y otra vez, el orden internacional y sus reglas, cuestionando el consenso necesario para mantenerlo», advirtió el monarca, que también alertó de que «fruto de toda esta inestabilidad, las economías se resienten con efectos muy dañinos para todos, especialmente para los más vulnerables».
«Esta deriva nos aparta de la noble idea de que las naciones -la humanidad- debemos darnos mutuamente garantías de respeto y seguridad y que necesitamos cooperar seria, profunda y sinceramente para abordar los grandes retos globales», apeló.
Para el rey de España, «la sombra se extiende también sobre las democracias, sobre los principios y valores que inspiran y garantizan nuestra convivencia» y por ello consideró que «su fragilidad es un recordatorio para no caer en la pasividad».