Santo Domingo.- “Hemos quedado perplejos frente a los términos del comunicado de prensa emitido por la Cancillería haitiana en el día de ayer”, expresó el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez tras ofrecer una rueda de prensa para abordar el tema haitiano.
En dicho comunicado se informa a la opinión pública que los incidentes acontecidos el día 7 se originaron por acciones provocadoras realizadas por el Ejército de República Dominicana, las que incluyen supuestas violaciones del espacio haitiano, tanto aéreo como terrestre. Según el comunicado, «observadores» indicaron que los militares dominicanos habían violado el territorio haitiano, aparentemente como respuesta a lo que se considera como una incursión haitiana en suelo dominicano, “algo que rechazamos rotundamente”.
“Está confirmado que los eventos en cuestión fueron iniciados por ciudadanos haitianos que irrumpieron en territorio dominicano excavando una zanja en territorio dominicano con el propósito de impedir las labores de las patrullas fronterizas”, dijo Álvarez.
También aseveró que mientras llevaban a cabo esa acción arriaron y se apropiaron de una bandera dominicana que demarcaba el suelo patrio. También, vandalizaron la pirámide número 13. Todo eso ocurrió con el apoyo de personas portando armas de fuego, de incierta filiación institucional, ya que aún no sabemos si pertenecen a algún cuerpo oficial haitiano.
“La gravedad de estos hechos está muy bien documentada, no por supuestos observadores»mencionados en el comunicado haitiano, sino por grabaciones videográficas que se difundieron ampliamente el mismo día. En ellas se muestra a los militares dominicanos intentando convencer pacíficamente a los violadores de su error al considerar la nueva valla perimetral inteligente que se construye en la zona como el límite fronterizo”.
El ministro aseguró que frente a esos hechos, en una conversación telefónica entre los cancilleres Roberto Álvarez y Jean Victor Geneus este dijo que esa acción era inaceptable y, se comprometió a enviar inmediatamente a uno de sus cuerpos policiales para detener la usurpación territorial que estaba ocurriendo. En efecto, esa fuerza llegó al lugar al caer la tarde y la turba se fue deshaciendo, volviendo la calma en la zona. Sin embargo, a la mañana siguiente, otro grupo intentó destruir la pirámide número 13 que, si bien no lo lograron, si la dañaron significativamente.
“En ese comunicado se muestra una tendencia manipuladora que intenta presentar a los dominicanos como los provocadores, cuando en realidad son quienes han mostrado gran ecuanimidad frente a los depredadores”. El único herido de esos incidentes fue un ciudadano haitiano agredido a pedradas por sus propios connacionales al intentar tranquilizar la turba.
“Aquí, lo sucedido es una violación flagrante al territorio dominicano por parte de sectores que, hasta hace poco, se nos decía que actuaban autónomamente”, afirmó.