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Ronda Rousey comparte su lucha contra las lesiones cerebrales y el miedo a la demencia

Enfermedad

A medida que Rousey reflexiona sobre su pasado y su futuro, considera las posibles consecuencias de las lesiones cerebrales y cómo podrían afectar su vida en el futuro.

Ronda Rousey / fuente externa

Redacción deportiva.- La campeona de artes marciales mixtas y exatleta de UFC, Ronda Rousey, comparte su experiencia con las secuelas de las conmociones cerebrales en su vida. A sus 37 años, Rousey habló en una entrevista sobre su preocupación por el impacto de los golpes en la cabeza y el posible desarrollo de enfermedades como el Alzheimer o la demencia, que ya están presentes en su familia.

En su apogeo en 2015, Rousey fue considerada «la atleta más dominante del mundo» por Sports Illustrated y se convirtió en la cara de UFC, una organización de artes marciales mixtas. Rousey fue la primera mujer contratada por el UFC en 2012 y mantuvo un récord impresionante de 15-0, con combates que tenían una duración promedio de 34 segundos.

Sin embargo, su éxito ocultaba una vulnerabilidad, Rousey ha sufrido numerosas conmociones cerebrales durante su carrera en judo, lo que la llevó a evitar múltiples golpes en la cabeza durante sus peleas en UFC. Ahora, Rousey comparte sus experiencias con un toque de humor, pero también con preocupación por su salud mental.

A lo largo de su carrera, Rousey experimentó numerosos episodios de conmociones cerebrales que no fueron tratados adecuadamente. Desde su infancia, su madre, AnnMaria Burns, la entrenó en judo y la llevó a ganar medallas en campeonatos mundiales y los Juegos Olímpicos. Sin embargo, Rousey siente que sus preocupaciones fueron desestimadas y enfrentó sus lesiones sin descanso ni tratamiento.

Cuando Ronda era niña, había poco conocimiento científico sobre la conmoción cerebral en el dominio público. «Mi madre simplemente no entendía la conmoción cerebral», dice. “Nadie lo hizo porque las investigaciones recién comenzaron a surgir hacia el final de mi carrera de judo. Le tenía miedo y traté de reprimirla. Había tenido muchas más conmociones cerebrales que nadie en una carrera de judo de 10 años y, por eso, cuando comencé a practicar MMA no quería que nadie lo supiera. Ya tenían suficientes razones para intentar impedir que entrara en MMA y luego en UFC. No quería contarles más sobre las conmociones cerebrales y tuve suerte de tener las habilidades para ganar la mayoría de las peleas muy rápido”, así lo expresó en una entrevista para The Guardian.

A medida que Rousey reflexiona sobre su pasado y su futuro, considera las posibles consecuencias de las lesiones cerebrales y cómo podrían afectar su vida en el futuro. Su nuevo libro, escrito con su hermana María Burns Ortiz, narra su historia personal y las dificultades que ha enfrentado a lo largo de su carrera.

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