Lo sabe él; lo sabe quien le queda al lado y atrás, cerca o lejos; lo sabe cada acusado, preso o en arresto domiciliario; lo saben los que son, pero no están; lo saben los sabidos, sospechados y ocultos que Odebrecht borroneó arriba, abajo y a los lados en todos los espacios donde le fue necesario comprar para establecer su poder. ¡Todos saben que Ángel Rondón Rijo sabe demasiado! (Por cierto, “sabía demasiado” es la única explicación que, desde Al Capone a esta parte, ha expuesto toda mafia cada vez que ejecuta, en la calle o en cualquier cárcel, a un testigo de cargo muy peligroso…como es el caso).
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