Ucrania podría tener una bomba sucia, un artefacto explosivo que disemina elementos radiactivos en el área circundante, según afirmó Ígor Kirílov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, en una entrevista concedida a la cadena Zvezdá.
Comentando el uso de armas químicas por parte de las tropas ucranianas, Kirílov especuló que Kiev ya podría poseer una bomba sucia, también conocida como arma radiológica. “No voy a revelar todos los secretos, pero no es tan difícil de fabricar. Creo que ya la tienen”, dijo, añadiendo que hasta el momento se han registrado 400 casos de lanzamiento de misiles que contenían, entre otras sustancias, gases lacrimógenos en los ataques de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Una bomba sucia, también conocida como «dispositivo de dispersión radiológica», combina un explosivo convencional con material radiactivo. Este tipo de artefacto no está diseñado para causar destrucción masiva como una bomba nuclear, sino para dispersar materiales radiactivos en el área específica.
El objetivo principal de una bomba sucia es explotar y dispersar estos materiales en forma de polvo o arena sobre una población o un lugar estratégico. La explosión genera una nube de contaminantes radiactivos que puede causar efectos nocivos para la salud y el medio ambiente.
Según Kirílov, las fuerzas ucranianas utilizaron armas químicas en uno de sus recientes ataques contra la provincia rusa de Kursk, donde personal del Ministerio de Defensa y de Salud de Rusia tomó las muestras correspondientes «en pleno cumplimiento de los requisitos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para luego presentar las reclamaciones».
Asimismo, indicó que, de acuerdo con los datos preliminares, todos los restos de los proyectiles ucranianos analizados son característicos de EE.UU. y Alemania, basados en hexacloroetano, utilizado en granadas de humo, y óxido de zinc, que es nocivo para el ser humano. “Estamos llevando a cabo investigaciones, tenemos tiempo, y todos los documentos serán entregados a la OPAQ”, destacó Kirílov, añadiendo que, aunque Moscú ya presentó las respectivas denuncias ante el organismo, no se ha tomado ninguna medida al respecto.
“Se registraron casos de uso de compuestos químicos que pertenecen a la clase de sustancias venenosas utilizadas por los alemanes en las cámaras de gas durante la Segunda Guerra Mundial”, explicó.
Laboratorios de Estados Unidos
En cuanto a los laboratorios biológicos estadounidenses en territorio ucraniano, Kirílov recalcó que la mayoría de esas instalaciones fueron cerradas gracias a la operación militar especial de Rusia. No obstante, EE.UU. intenta trasladar algunos de sus laboratorios a territorios de antiguas repúblicas soviéticas y a países africanos. “Algunos laboratorios todavía existen, y su funcionamiento se reanudó a finales de 2023 o principios de 2024”, concluyó.
Cabe recordar que Rusia, de acuerdo con la Convención sobre Armas Químicas, destruyó todos sus arsenales de armas de este tipo en septiembre de 2017, bajo el control total de la organización y de inspectores de países occidentales, principalmente de EE.UU.
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