Redacción Internacional.- Ucrania ha dado por concluida la defensa de la acería de Azovstal y, con ello, de toda la ciudad de Mariúpol, en el sureste del país. Rusia dice que los soldados ucranianos se rindieron y ahora son prisioneros de guerra. La batalla en esta ciudad ha finalizado.
Han pasado 83 días desde que Rusia inició la invasión a Ucrania, un periodo en el que Azovstal se convirtió en símbolo de la resistencia. El pasado 11 de mayo el alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, aseguró que 20.000 civiles han podido morir en la ciudad desde el comienzo de la guerra, el 24 de febrero.
El Estado Mayor del Ejército de Ucrania dijo este martes que los soldados que resistieron a las fuerzas militares rusas en la acería de Azovstal habían cumplido su misión, tras haber logrado evacuar de la zona a más de 200 militares.
«La guarnición de Mariupol cumplió su misión de combate. El Comando Militar Supremo ordenó a los comandantes de las unidades estacionadas en Azovstal que salvaran la vida del personal» que permanece allí, indicó.
Rusia, por su lado, cifró en 265 los soldados ucranianos evacuados este lunes de la acería de Azovstal, incluidos 51 gravemente heridos, que, tras «deponer las armas y rendirse», ahora son «prisioneros» de guerra, según el Ministerio de Defensa.
QUÉ ES AZOVSTAL
El complejo metalúrgico era el único enclave de la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol que aún controlaba el ejército ucraniano. El resto de la ciudad fue tomada por el ejército ruso el pasado 22 de abril.
Situada en un área industrial a orillas del mar de Azov, su extensa red de búnkeres y túneles han sido durante semanas refugios para cientos de civiles y soldados.
La acería cubre más de 11 kilómetros cuadrados y contiene innumerables edificios, altos hornos y vías férreas. Entró en funcionamiento por primera vez en 1933 y durante décadas fue clave para el sistema ferroviario y naval de la Unión Soviética.