Rusia alaba esfuerzos de talibanes para estabilizar Afganistán, pero pide paz

"Vemos la clave a esta solución en la formación de un Gobierno verdaderamente inclusivo que refleje realmente los intereses de todas las fuerzas étnicas y políticas del país", recalcó Lavrov.

REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Rusia alabó hoy los «esfuerzos» de los talibanes para estabilizar la situación en Afganistán, pero pidió no olvidar el objetivo de alcanzar una paz sostenible en el país centroasiático e impedir que las amenazas lleguen a los vecinos.

«Los esfuerzos tomados para estabilizar la situación militar, poner en marcha los mecanismos gubernamentales son loables, pero la tarea de alcanzar una paz sostenible en Afganistán aún es relevante», señaló el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, al inaugurar la primera conferencia internacional entre los representantes especiales de diez países y los talibanes.

«Vemos la clave a esta solución en la formación de un Gobierno verdaderamente inclusivo que refleje realmente los intereses de todas las fuerzas étnicas y políticas del país», recalcó Lavrov.

Ello no solo ayudaría a definir el desarrollo progresivo del país, sino también a lograr «el mayor apoyo posible de la población», para lo que instó a unas «políticas sociales sabias y el respeto a los derechos y las libertades fundamentales».

El Gobierno interino del movimiento fundamentalista despierta suspicacias por no incluir a mujeres y estar compuesto fundamentalmente por religiosos de etnia pastún, la mayoritaria entre los talibanes.

En una mesa redonda están sentados los enviados especiales para Afganistán de Rusia, la India, Irán, Pakistán, China, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán, Kirguistán y Kazajistán, junto a una delegación talibana formada por doce miembros y encabezada por el viceprimer ministro, Abdul Salam Hanafi.

Lavrov destacó que todos los vecinos sin excepción de Afganistán han acudido a la cita en Moscú además de otros Estados influyentes de la región, menos EEUU, que forma parte de la troika ampliada formada por Rusia, China y Pakistán.

«Deploramos que EEUU haya elegido no participar. Es la segunda vez que no acude a una reunión de la troika ampliada. Quizás sea porque su representante especial (Zalmay Khalilzad) fue sustituido recientemente», dijo.

«Esperamos que estén dispuestos a seguir trabajando sobre Afganistán y que el nuevo enviado (Thomas West), se sume a los siguientes pasos después de esta cita y que respete los acuerdos que alcancemos hoy», añadió.

Lavrov consideró un «sinsentido» buscar ahora tras el «drástico cambio» en Afganistán con la llegada al poder de los talibanes culpables por no haber conseguido resultados tangibles en la reconciliación nacional, aunque señaló que las grandes expectativas puestas en el expresidente Ashraf Ghani «no se materializaron».

«Ahora hay una nueva Administración en el poder. Es un hecho consumado que genera una gran responsabilidad para el movimiento talibán», ya que el nuevo equilibrio de fuerzas en el país «no tiene alternativa en un futuro previsible», señaló.

«Pero la falta de reconocimiento oficial en la arena internacional, los problemas en los ámbitos social, económico y financiero, y los desafíos humanitarios que enfrentan las nuevas autoridades de Kabul demuestran que la situación actual en el país no puede ser calificada aún de estable», dijo Lavrov.

Sobre todo, añadió, porque numerosos grupos terroristas, como el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda, tratan de aprovechar esta circunstancia con ataques mortíferos en varias partes del país.

Lavrov también aludió al problema «urgente» de la producción de drogas y la amenaza de que el narcotráfico y terrorismo se extienda a los países vecinos.

«Hacer frente a estas amenazas a la seguridad de Afganistán y la región (…) requiere una respuesta oportuna y adecuada tanto dentro como fuera del país», afirmó.

«Instamos al movimiento talibán a cumplir estrictamente la política dirigida a prevenir el uso del territorio afgano contra los intereses de países terceros, sobre todo los vecinos», añadió.

Asimismo, calificó de «preocupante» el deterioro de las condiciones de vida de los afganos y se mostró «convencido que es hora de movilizar los esfuerzos de la comunidad internacional para dar a Kabul asistencia financiera, económica y humanitaria para prevenir una crisis humanitaria y frenar flujos migratorios».