REDACCIÓN.- Si Robinson Canó tuviera la última palabra en el tema, su preferencia sería mantenerse en la segunda base de los New York Mets, la posición que ha jugado casi exclusivamente desde que se convirtió en jugador profesional hace más de dos décadas, pero el manager Buck Showalter ve a Jeff McNeil como su intermedista y al veterano quisqueyano como alguien que encaja mejor para ser bateador designado, ahora que el puesto estará disponible a tiempo completo en la Liga Nacional.
«Mac obtendrá la mayor parte del tiempo de juego allí», dijo Showalter, quien se prepara para su primera temporada al frente de los moradores de Queens.
«Creo que Robbie sabe que no va a jugar la segunda base para nosotros tanto como él quiere. Pero esperamos que tampoco sea un bateador designado todo el tiempo. Existe la posibilidad de que él juegue en primera base si es necesario. No lo pondría en los jardines», agregó el piloto.
Con eso, el problema debería quedar resuelto. Pero de nuevo ¿Dónde jugará Canó con los Mets en el 2022?
La realidad es que los Mets están muy cerca de pasar de poseer mucha profundidad, a tener un agradable problema, a lidiar con un dolor de cabeza para poder rotar varias piezas redundantes en su ofensiva, especialmente alrededor del jardín izquierdo, la tercera base y la intermedia.
Y el hecho de que Showalter declarara resuelta, antes de arrancar, la batalla por la segunda base entre Canó y McNeil, lejos de arreglarlo, complicó aún más el panorama.
Como parte de sus diligencias de temporada muerta, los Mets firmaron en la agencia libre al infielder venezolano Eduardo Escobar, quien puede jugar casi todas las posiciones del cuadro interior, para ser primordialmente el tercera base del club, lo que dejó al norteamericano J.D. Davis sin un rol definido.
Además, Nueva York fichó al jardinero norteamericano Mark Canha por dos años y $26 millones de dólares, con la idea de que será el jardinero izquierdo de todos los días.
En los últimos dos años, cuando McNeil no comenzó jugando en la segunda base, lo hizo en el jardín izquierdo y, ocasionalmente, en la esquina caliente del infield. Con Escobar y Canha en el roster, esas segundas opciones casi desaparecieron.
Para complicar aún más la definición final de la alineación regular de los Mets, tenemos al toletero Dominic Smith, un primera base desplazado al jardín izquierdo por el estelar Pete Alonso y ahora condenado a la única opción de ser designado por la llegada de Canha.
Smith, quien fue el mejor bateador de los Mets en el 2020 (tuvo 10 jonrones, 42 carreras impulsadas y .993 de OPS en 50 de los 60 juegos del calendario), batea .429 en la actual pretemporada y arrancó su preparación conectando dos cuadrangulares al estelar Max Scherzer en un choque inter escuadras en Port St. Lucie, Florida.
Al igual que Canó, Smith es bateador zurdo. También es 13 años menor y aún está lejos del gran dinero, lo que le haría un poco más atractivo para algunos clubes en un potencial cambio antes que concluyan los entrenamientos. Canó ganará $24 millones de dólares en 2022 y 2023, las últimas dos temporadas garantizadas en el pacto de $240 millones que firmó con los Seattle Mariners antes del 2014.
Baseball-Reference proyecta que Smith pegaría 42 extrabases con un OPS de .746 en 500 apariciones al plato en el 2022, mientras que Canó batearía .254 con nueve jonrones y .736 de OPS en 250 apariciones.
El tiempo de juego de Canó, un ocho veces Todos Estrellas con estadísticas que igualan a los intermedistas que están en el Salón de la Fama de Cooperstown, no debería ser una interrogante, si no se tratara de un pelotero de 39 años de edad que viene de cumplir una segunda suspensión por violar el programa antidopaje de Grandes Ligas y que solamente ha aparecido en 236 partidos desde el 2018.
«Es algo difícil», dijo Canó sobre la incertidumbre de no tener un puesto garantizado en la alineación diaria de su equipo, por primera vez desde que los New York Yankees lo firmaron a los 17 años en República Dominicana. «Pero es algo con lo que puedo vivir», agregó.
«No he pensado en un rol, pero me siento bien para competir», dijo Canó, quien batea .303 con 2,624 hits y OPS de .844 en 16 temporadas en las Grandes Ligas. «Me preparé bien físicamente en República Dominicana [durante la temporada muerta] para tratar de ayudar a este equipo a competir para una Serie Mundial», agregó.