Se esperaba que sus actuaciones desde el montículo del vetusto Fenway Park, el estadio más antiguo en el béisbol de las Grandes Ligas, fuesen brillantes y decisivas para los Medias Rojas de Boston y los Dodgers de Los Angeles.
Pero resultaron breves y frustrantes en un duelo entre los dos abridores estelares de ambos equipos.
La muestra fue que ninguno pudo sacar un solo out del quinto episodio, en lo que fue apenas la cuarta vez que los dos abridores de un primer juego del Clásico de Otoño se marchan tan pronto. Ello no había ocurrido desde 2004, también en el Fenway Park.
Había pasado mucho tiempo desde la salida de Kershaw, que hizo su debut en el Fenway park, del montículo de los Dodgers y de su rival Sale, cuando Boston selló su triunfo por 8-4, que le dio la ventaja de 1-0 en la serie al mejor de siete.
Luego, como ya es habitual en los actuales playoffs, los duelos de bullpens se han vuelto predecibles. Y las actuaciones de cuatro episodios parecen el nuevo estándar.
Durante un siglo, los ases del montículo eran las grandes figuras del béisbol. Ocupaban el montículo del primer juego de la serie como si ello les correspondiera por ley y no se marchaban tan fácilmente.
Tan sólo hay que pensar en Bob Gibston hace 50 años, cuando lanzó una blanqueada de cinco imparables por los Cardenales de San Luis ante los Tigre Detroit. Aquella labor impresionante incluyó 17 ponches y no dio ninguna base por bolas.
Pero eso ya forma parte de la historia única de una época especial y brillante del béisbol, ahora ningún abridor ha lanzado juego completo en el primer compromiso de la Serie Mundial desde que Cliff Lee, de Filadelfia, derrotó a los Yanquis de Nueva York en el 2009.
La última blanqueada con juego completo en el primer encuentro del Clásico de Octubre fue conseguida por Dave Stewart, de los Atléticos de Oakland, ante los Gigantes de San Francisco en 1989.
Aquellas exhibiciones forman parte de una tradición de joyas de pitcheo en los duelos inaugurales de la Serie Mundial, que incluyeron blanqueadas con juego completo por parte del cubano Luis Tiant en 1975 y del legendario Babe Ruth, en 1918, con los Medias Rojas.
Ahora, los juegos completos en blanco parecen en camino de la extinción, como los uniformes de franela y las escupideras para quienes mascaban tabaco.
El béisbol se transforma a su ritmo más acelerado desde hace casi un siglo.
El primer encuentro entre dos lanzadores elegidos siete veces al Juego de Estrellas, en la apertura de una Serie Mundial, fue todo menos un duelo de pitcheo después que Sale hizo 91 lanzamientos y Kershaw, 79.
Kershaw (0-1) cayó a una marca mediocre de 9-9 en la competición de los playoffs.
El zurdo estelar de los Medias Rojas fue castigado con siete imparables y cinco carreras limpias, además de regalar tres bases por bolas.
El jardinero izquierdo Andrew Benintendi, de los Medias Rojas, se convirtió apenas en el segundo bateador zurdo que ha pegado de 3-3 en un juego ante el tres veces galardonado con el premio Cy Young de la Liga Nacional.
El jardinero Christian Yelich lo había logrado por Miami el 27 de junio de 2015.
Sale, de 29 años, permitió tres anotaciones y cinco imparables, con dos boletos, ante el primer orden al bate en la historia de la Serie Mundial que incluyó a nueve bateadores derechos (ninguno ambidiestro).
El abridor zurdo de los Medias Rojas lanzó por primera vez desde que pasó una noche hospitalizado por un padecimiento estomacal durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana que disputaron y ganaron por 4-1 a los Astros de Houston.
Desde 2004, los abridores no habían dejado tan pronto un juego inicial del Clásico de Otoño. En aquel entonces, el nudillero de Boston, Tim Wakefield, trabajó tres entradas y dos tercios, mientras que el derecho de los Cardenales, Woody Williams, permaneció en el montículo dos entradas y un tercio.
Los Medias Rojas, que se impusieron 11-0 y comenzaron su camino hacia una barrida de 4-0 para conquistar su primer título del «Clásico de Otoño» desde 1918, quieren que la historia se repita y el comienzo ha sido con el mismo resultado de victoria y ventaja de 1-0.
