Desafía toda explicación moral o lógica que un diputado obcecado en contra de las administradoras de fondos de pensión haya vuelto a introducir en la Cámara un proyecto para “eliminar” las AFPs y ARS creadas por la Ley 87-01 de Seguridad Social.
Esta vez apenas 25 legisladores apoyan la locura, que anteriormente contaba con 120 proponentes. Está explicado hasta la saciedad que esa aberración, igual que la anterior para retirar 30 % de los fondos de capitalización individual, es imposible realizarla, a menos que se desee destruir el sistema financiero dominicano y crear un pandemonio.
El actual esquema de las AFPs ha aportado más de un punto porcentual adicional de crecimiento del PIB cada año de 2003 a 2019. En esos 16 años el promedio fue 5.5 % anual, lo cual significa que el 22 % del crecimiento acumulado es debido al ahorro individual para el retiro. Abogar por mejorar esto es entendible; proponer su destrucción, una irresponsable irracionalidad. Sólo quienes afinan ideológicamente con Cuba, Venezuela o Nicaragua, podrían querer ese suicidio. ¡Vergüenza para los demás!
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