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SEÚL.- Samsung Electronics ha puesto fin a tres trimestres de caída libre de sus resultados con un repunte en su beneficio operativo, según las estimaciones presentadas este martes por el gigante surcoreano, que encara con un mayor optimismo el lanzamiento del nuevo teléfono inteligente Galaxy S6.
El beneficio operativo del líder surcoreano de la electrónica alcanzó los 5,9 billones de wones (4.950 millones de euros, 5.400 millones de dólares) en enero-marzo, el dato más alto de los últimos tres trimestres y que supone el primer rebote tras una larga etapa de progresiva contracción del beneficio.
Aunque la cifra estimada hoy por la tecnológica implica un descenso del 30,51 por ciento en términos interanuales, se considera significativo el avance del 11,53 por ciento respecto al trimestre anterior.
Las ventas alcanzaron los 47 billones de wones (39.400 millones de euros, 43.100 millones de dólares), un 12,44 por ciento menos respecto al mismo trimestre del año pasado y una reducción del 10,87 % en comparación a octubre-diciembre.
Tras conocer la previsión de beneficios del primer trimestre, los expertos surcoreanos más optimistas creen que Samsung Electronics ha comenzado a revertir su tendencia negativa de los últimos meses y se dispone a recuperar el dominio de su mercado más lucrativo: el de los dispositivos inteligentes.
«Después de tocar fondo en el tercer trimestre de 2014, la empresa ha iniciado de nuevo la senda del crecimiento», aseguró un analista de la firma de valores IBK Investment and Securities a la agencia local Yonhap en Seúl.
Este y otros expertos encomiendan la remontada de Samsung al éxito de su próximo móvil inteligente insignia, el Galaxy S6, que saldrá a la venta este viernes en los mercados mundiales.
Nuevas prestaciones como la recarga inalámbrica de batería o el sistema de pagos móviles Samsung Pay, unido al atractivo de la versión «Edge» con pantalla curva, harán del Galaxy S6 un superventas -mantienen estos expertos- en comparación con la tibia acogida de su antecesor, el S5.
De hecho, parte del declive de 2014 se atribuyó a las débiles ventas del S5, un dispositivo que ha quedado completamente eclipsado por su gran rival, el poderoso iPhone 6 de Apple.
Mientras esto ocurría en la gama alta, en los segmentos medio y bajo los dos mayores fabricantes chinos, Huawei y Xiaomi, multiplicaron sus ventas el año pasado y han arrebatado parte de la cuota de mercado de Samsung en todo el mundo, y especialmente en los países emergentes.
Para contrarrestar esto la firma surcoreana contraatacó con la presentación de sus nuevos modelos Galaxy más económicos de las series A y E, que según las primeras estimaciones han logrado una buena acogida en todo el mundo en el primer trimestre.
En todo caso, no todas las previsiones son optimistas y algunos analistas piensan que se está sobrevalorando el potencial del nuevo S6 en un mercado completamente dominado por el iPhone 6 de Apple, cuyas ventas no han parado de crecer desde que llegara a las tiendas en septiembre del año pasado.
Al margen de la telefonía móvil, que abarca más de la mitad de los ingresos de la compañía, otras unidades de la empresa se han visto reforzadas en el período enero-marzo, como es el caso de la división de semiconductores, de la que se espera un aumento de beneficios en este período.
En la otra cara de la moneda, se cree que la división de electrónica de consumo podría haber visto reducidas sus ganancias por la caída de las ventas de televisores debido a la devaluación de las monedas en mercados emergentes.
En todo caso Samsung, como es habitual, no aportó en su estimación de hoy figuras desglosadas en lo referente a sus diversas unidades de negocio y tampoco revelará hasta finales de este mes los resultados definitivos de enero-marzo, entre ellos su beneficio neto.
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