Las negociaciones entre Corea del Sur y Estados Unidos enfrentan nuevos obstáculos antes de la cumbre entre Lee Jae-myung y Donald Trump.
Seúl.– Las posibilidades de que Corea del Sur y Estados Unidos firmen la próxima semana un esperado acuerdo comercial se redujeron este viernes, después de que altos funcionarios surcoreanos admitieran que sigue habiendo grandes desencuentros en puntos clave.
"Ha habido algunos avances en ciertas cuestiones, pero las dos partes siguen profundamente divididas sobre puntos clave de conflicto, y esa situación continúa", dijo el jefe del Gabinete presidencial para asuntos políticos, Kim Yong-beom, en el Aeropuerto Internacional de Incheon, al oeste de Seúl, según la agencia local Yonhap.
Por su parte, el ministro de Industria y Comercio, Kim Jung-kwan, explicó durante una audiencia parlamentaria que la mayor discrepancia radica en la proporción de inversión en efectivo dentro del paquete de 350.000 millones de dólares, acordado en julio, para reducir, del 25 al 15 %, los aranceles estadounidenses sobre las importaciones surcoreanas.
Ambos funcionarios volvían de su segunda visita a Washington en menos de una semana, donde se reunieron con el secretario de comercio de EE.UU., Howard Lutnick.
Las últimas declaraciones contrastan con el optimismo mostrado en las últimas semanas por parte de las autoridades estadounidenses y surcoreanas, que declararon "grandes avances" y "reducción de diferencias en temas clave".
Tales señales habían generado expectativas de que ambos países lograrían firmar el acuerdo de reducción de aranceles durante la cumbre entre el presidente surcoreano, Lee Jae-myung, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, el miércoles de la próxima semana.
Sin embargo, Kim Yong-beom señaló que ya no queda tiempo para más reuniones presenciales antes de los eventos relacionados con el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), incluida la cumbre entre Lee y Trump en la ciudad surcoreana de Gyeongju, a unos 350 kilómetros al sureste de Seúl.
Las autoridades surcoreanas reconocen que el desacuerdo sobre la proporción de inversión podría poner en riesgo la firma del acuerdo durante la cumbre entre Lee Jae-myung y Donald Trump.
Aunque ambos gobiernos mantienen abiertas las comunicaciones a nivel técnico, las fuentes diplomáticas en Seúl aseguran que las diferencias “no son solo económicas, sino también políticas”, ya que Washington busca mayores garantías sobre la participación de empresas surcoreanas en su estrategia de manufactura regional.
Expertos locales advierten que, si no se alcanza un entendimiento antes de la cumbre, las negociaciones podrían extenderse hasta 2026, afectando las exportaciones tecnológicas de Corea del Sur y su posición en la cadena de suministros global.
Sin embargo, el Gobierno surcoreano insiste en que “la puerta sigue abierta” y que se harán todos los esfuerzos posibles para alcanzar un acuerdo “beneficioso para ambas partes”.