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Se compra la conciencia

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Hace unos días leí en un periódico en la sección donde aparecen los pasquines o caricaturas y me reservo el nombre del mismo porque no me gusta hacerle propaganda a nadie, pues tengo que ser justo y cuando se la haga a uno, tengo que hacérsela a todos, pero bueno, vamos al grano, lo que leí decía: “Se compran conciencias” además decía muchas otras cosas, pero bueno estas no vienen al caso, porque hoy solo quiero hablar un poco sobre la conciencia.

Hay un refrán muy español que dice: “Por plata baila el perro, y por oro, perro y perra” esto es muy cierto, porque en muchas ocasiones los seres humanos nos dejamos comprar la conciencia, y hacemos o tomamos determinaciones aun sabiendo que lo que hacemos es ilegal, inmoral o está mal hecho, pero como nuestra conciencia no está bien formada y nos han dado un poco de plata, pues al son que nos tocan bailamos.

Siempre repito lo mismo, y creo ya lo he dicho en ocasiones anteriores, pero no voy a cansarme de decirlo, pues hay que tener conciencia, y es que lo que está mal, está mal aunque lo hagan todos, y lo que está bien, está bien aunque no lo haga nadie. Lo que pasa es que nosotros nos acostumbramos a decir: Total si todos lo hacen, y lo que antes nuestra conciencia nos decía que estaba mal hecho, nos vamos acomodando a irlo viendo como menos malo y en muchísimas ocasiones como bueno.

Se nos compra la conciencia para que amparemos y apoyemos leyes que no resuelven nada, para que a la hora de votar lo hagamos por un candidato u otro, para que se aprueben presupuestos y obras que en nada benefician al país sino al bolsillo de unos cuantos y así muchas otras cosas más. El otro día miraba yo la televisión como con una funda de comestibles y unos cuantos pesos, y que conste que no eran muchos, se le trataba de comprar la conciencia a un poco de personas del pueblo, haciéndose así la persona o el partido político que lo regalaba una gran propaganda entre aquellos más necesitados.

Hoy en día se le compra la conciencia a muchos como comúnmente decimos a puro billetazos y en infinidad de ocasiones se le vende el alma al diablo por unos cuantos pesos aun sabiendo que lo que estamos haciendo va en perjuicio de muchos y en beneficio de pocos, pero esos pocos son los que tienen el poder adquisitivo para comprarnos, y nosotros en la mayoría de los casos nos dejamos comprar.

Pero bueno, entre cielo y tierra no hay nada escondido que un día no se sepa, por ende lo que no queramos que nadie se entere, no lo hagamos.

Termino con este pedazo de la Primera Carta se San Juan, Capitulo 3, Versículos 20 y 21, y dice así: “Dios es más grande que nuestra conciencia y lo conoce todo. Si nuestra conciencia no nos condena, queridos, acerquémonos a Dios con toda confianza”.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

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