Jerusalén.- Justo cuando se está cerca de llevar a cabo el primer canje de rehenes israelíes por presos palestinos desde el estallido de la guerra de Gaza, se cumplen hoy 40 años del mayor intercambio en la historia del conflicto de prisioneros palestinos por soldados israelíes.
El 23 de noviembre de 1983, seis soldados israelíes secuestrados un año antes en la invasión de Israel a Líbano contra milicias de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) fueron devueltos a cambio de la libertad de más de 4,700 presos palestinos, recluidos en su mayoría en un campo de detención libanés de Al Ansar.
Se trató de un pacto entre Israel y el partido nacionalista Fatah, encabezado entonces por el histórico líder palestino Yaser Arafat, e implicó la mayor liberación de prisioneros palestinos en la historia del conflicto palestino-israelí, en aquel momento extendido a Líbano por la presencia de los milicianos de la OLP en aquel país árabe.
En total, el acuerdo acabó suponiendo la liberación de unos 5,000 presos, «3,500 de los cuales optaron por permanecer en el Líbano y el resto fue trasladado en aeropuertos franceses a Argelia», recuerda hoy la agencia oficial palestina Wafa, órgano oficial de la ANP, entidad de autogobierno dominada por Fatah desde los años noventa.
«Tras más de un año de negociaciones en las que participaron organismos internacionales, entre ellos el Comité Internacional de la Cruz Roja», las autoridades israelíes «cedieron a las exigencias de la revolución palestina», remarca.
Este 40 aniversario coincide con otro grave episodio de violencia en el histórico conflicto palestino-israelí, la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, que se alarga ya 48 días y ha dejado 1,200 muertos del lado israelí y más de 14,500 en la Franja.
Unas 236 personas permanecen cautivas en Gaza a manos de Hamás y las milicias palestinas que atacaron Israel el 7 de octubre, entre ellos no solo soldados, sino también civiles, desde niños a ancianos.
Con mediación principal de Catar, Israel y Hamás están pendientes de poner en marcha el intercambio de unos 50 cautivos israelíes en la Franja por 150 prisioneros en cárceles israelíes, en su mayoría niños y mujeres de ambos lados, tras un pacto alcanzado que debe implicar una tregua humanitaria de al menos 4 días en Gaza.
Inicialmente, se preveía que el cese el fuego entrara en vigor esta mañana, pero Israel aseguró que seguía con los combates, y que los primeros rehenes no serían liberados al menos hasta mañana, mientras se sigue con las arduas negociaciones entre las partes.
Un portavoz del Gobierno de Egipto -también mediador entre Israel y Hamás-, declaró este jueves que espera que la tregua se inicie mañana viernes, y destacó que ahora se consultan «los procedimientos ejecutivos detallados que deben aplicar y cumplir» ambas partes.
Más allá del pacto de 1983, Israel intercambió presos palestinos por ciudadanos israelíes hechos cautivos a lo largo de las últimas décadas, aunque nunca hubo una cifra tan alta de civiles retenidos por milicias palestinas como los hay esta vez en Gaza.
Por ahora, se espera que solo los civiles puedan ser puestos en libertad, pero no hay expectativas para la liberación de militares capturados. De hecho, Yihad Islámica, segundo grupo con más fuerza militar en Gaza tras Hamás y que tendría a unos 30 cautivos, ya aseguró ayer que no tenía intención de poner en libertad a los soldados.
En el pasado, la mayor parte de acuerdos en que Israel cedió a prisioneros palestinos implicaron la liberación de militares. Así fue en el primero que hubo en 1979, cuando 76 milicianos palestinos fueron intercambiados por el soldado reservista Abraham Amram, que fue capturado por milicias de la OLP un año antes en Líbano.
A su vez, en 1985, el Gobierno israelí accedió a liberar 1,150 presos palestinos a cambio de la devolución de tres militares que estaban retenidos en Líbano por el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General.
El último intercambio de peso fue en 2011, y ya implicó tanto a Hamás como al actual primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que pactó devolver a 1.027 presos palestinos por la liberación del soldado israelí Guilad Shalit, capturado el 2006 en Gaza.