Puerto Príncipe.- Las gestiones y los contactos entre partidos, movimientos y sectores de la sociedad civil para elegir a los siete miembros del consejo presidencial de la transición se multiplican este miércoles en Haití, toda vez que tras su creación Ariel Henry abandonará el cargo de primer ministro.
La implementación de este consejo, que contará también con dos observadores, se acordó el pasado lunes en una reunión convocada por la Comunidad del Caribe (Caricom), en Jamaica, a la que asistieron representantes haitianos, de la ONU y de socios internacionales, entre ellos Estados Unidos, cuya delegación encabezó el secretario de Estado Antony Blinken.
Los miembros del consejo de transición serán designados por los entes Colectivo 30 de Enero, Acuerdo de Montana, Acuerdo del 21 de Diciembre, EDE/RED, las fuerzas políticas Fanmi Lavalas y Pitit Desalin y el Sector Privado, mientras que los observadores representarán al Reagrupamiento por una Entente Nacional y Soberana (REN) y a la Diáspora de haitianos residentes en el exterior.
Estos actores y formaciones representan, prácticamente, a los diferentes sectores de la vida nacional en Haití.
El martes, Estados Unidos consideró que el consejo podía formarse en 24 o 48 horas e indicó que luego debía ponerse de acuerdo en el nombramiento del nuevo primer ministro interino, lo que Washington espera que se produzca «sin más demora».
Además de designar al jefe de Gobierno que sustituirá a Ariel Henry, actualmente en Puerto Rico tras jornadas en paradero desconocido, esta institución preparará el camino para la celebración de elecciones presidenciales.
Desde el asesinato en julio de 2021 del jefe de Estado Jovenel Moise, Haití no tiene presidente y Henry es por el momento su máximo dirigente.
Diversas voces se han levantado en contra del acuerdo alcanzado en la reunión de Jamaica, entre ellos la del exlíder rebelde Guy Philippe.
Antes de que se conociera el acuerdo alcanzado en Kingston, Jimmy Chérizier, alias ‘Barbecue’, en nombre de la coalición de bandas armadas que lidera ‘Vivre Ensemble’ (Vivir Juntos), también rechazó las negociaciones de la comunidad internacional porque es el pueblo haitiano «el que debe tomar el destino en sus manos» y mostró su oposición a la intervención de fuerzas extranjeras en el país.
En ausencia de Henry, quien en principio había dejado Haití para participar a finales de febrero en la cumbre de la Caricom en Guyana y viajar a Kenia para tratar sobre la misión multinacional de apoyo a la seguridad que encabezará ese país africano, se produjo en el país una escalada de la violencia y la tensión a manos de las bandas armadas, que exigen la salida del poder del primer ministro.
La tensión y la violencia se incrementó de forma exponencial desde el 28 de febrero, después de que se conociera el compromiso de Henry de celebrar comicios antes del 31 de agosto de 2025, pese a que en diciembre de 2022 alcanzó un acuerdo con representantes de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y miembros del sector privado para abandonar el poder el 7 de febrero de 2024.
Desde entonces se suceden los ataques a instituciones, empresas o cárceles (de dos de ellas huyeron más de 3.000 reclusos), que también han tenido como blanco, aunque sin éxito, el Palacio Nacional y el Ministerio del Interior.
Ante esta situación, el Gobierno haitiano decretó el estado de emergencia y el toque de queda en el departamento del Oeste, donde está la capital Puerto Príncipe.