SANTO DOMINGO.– Han pasado 24 meses desde que el gobierno de Luis Abinader se instaló como inquilino en el Palacio Nacional y aunque varios temas han sacudido su gestión, ninguno ha provocado más corrientazos en el bolsillo que el alza de la tarifa eléctrica.
El pueblo está con “el grito al cielo”, debido al aumento experimentado tras el Pacto Nacional para la Reforma del Sector Eléctrico, firmado en febrero del 2021.
Los efectos de la rúbrica de este acuerdo no se reflejaron de inmediato, sino que empezaron a reflejarse a partir de octubre 2021, cuando contrario el desmonte gradual del subsidio al sector eléctrico provocaría un aumento paulatino del 40 % en la factura eléctrica.
Esta medida provocó malestar entre los ciudadanos, ya que con ella el gobierno pedía que la población se sacrificara, a pesar de la crisis económica que ha dejado el COVID-19 y el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Ante las presiones de diferentes sectores sociales porque los aumentos sobrepasaron los porcentajes establecidos en el acuerdo, el presidente de la República suspendió las alzas escalonadas y solicitó al Consejo Económico y Social convocar a los sectores sociales, políticos y empresariales para revisar el referido compromiso eléctrico.
El mandatario admitió el aumento desmedido en la tarifa e indicó que este se ha reflejado mayor a un 8% como correspondía, por tanto, el Estado tomaría medidas para mitigar el incremento de los precios de la luz.
También detalló que el factor que ha incidido en el incremento de las facturas ha sido el costo actual del combustible, incluyendo el gas natural (el más utilizado por las generadoras), el cual, según el jefe de Estado, ha triplicado su precio en el último año.
A solo días de que el presidente Abinader anunciara el cese de las alzas a la tarifa eléctrica, en el sector los sueldos subían en cascada, tanto así que la Superintendencia de Electricidad (SIE) informó que fue aplicado un aumento en los salarios que devengan los servidores públicos de esa entidad, esto luego que se difundiera un artículo en el que se establecía que los honorarios en la SIE alcanzaron subidas de hasta de 150,000 pesos por persona.
Y como si esto fuera poco, justificaron la acción con el argumento de que a raíz de “la inflación acumulada registrada en estos últimos años”, fue aplicado el aumento en vista de que durante cinco años no se había realizado ningún ajuste salarial a todos los colaboradores de la entidad.
Asimismo, en la nómina de los empleados fijos de la Comisión Nacional de Energía (CNE) en junio 2022 es de 18.8 millones de pesos para un incremento del 30 % con respecto al de 2020, cuando el mismo ascendía a 14.5 millones.
La dirección ejecutiva aumentó a ocho los asesores designados lo que significó un incremento de un millón 425 mil pesos con solo seis puestos.
Además, la encargada del departamento de Recursos Humanos pasó de ganar 175 mil pesos en agosto de 2020 a 190 mil a junio de 2022.
La actual directora de la administración financiera del CNE devenga un sueldo de 215 mil pesos a la mitad de este año, cuando percibía 190 mil en el primer año de la pandemia.
En tanto, el director y el subdirector jurídico del CNE ganaban 190 y 150 mil pesos cada uno, en junio de este año ambos empezaron a devengar 215 y 175 mil respectivamente.
Servidores públicos del partido de gobierno y de la oposición han lanzado sus críticas sobre estos autos aumentos de sueldos, calificándolos como “inoportunos”, el presidente Abinader también lo tildó de «acciones imprudentes», sin embargo, dijo “que tiene las manos atadas”, al expresar que esas entidades son autónomas y que no tiene control de esas acciones, ni puede cambiar a los ejecutivos porque están bajo leyes aprobadas por gestiones pasadas.