REDACCIÓN.- Jennifer López ha decidido finalizar su matrimonio con Ben Affleck, poniendo un punto final a una relación marcada por el desgaste emocional y la lucha constante por mantener la armonía en su vida de pareja.
Según fuentes cercanas a la pareja han revelado que Affleck se volvió una persona difícil de complacer, con una actitud negativa que terminó por agotar a López, quien se vio incapaz de seguir cargando con el peso emocional de la relación.
Desde su boda en Georgia hace dos años, el matrimonio de la famosa pareja había estado bajo el escrutinio constante de los medios, lo que solo exacerbó las tensiones entre ellos. Sin embargo, el verdadero problema, según personas del entorno de López, radicaba en la incapacidad de Affleck para salir de su propia negatividad. «Era imposible de complacer, sordo a los intentos de Jennifer por levantarle el ánimo y ayudarlo a salir adelante,» comentó una fuente anónima. «Ella estaba agotada.»
A pesar de los intentos de López por mantener la relación a flote, la situación se volvió insostenible. «La negatividad era abrumadora al final, no podía levantarlo más,» añadió la fuente. Tras meses de especulación pública y lo que ella misma consideró «humillante» atención mediática, Jennifer decidió dar el paso definitivo.
El proceso de separación comenzó silenciosamente en abril, y aunque Affleck mostró cierto remordimiento, fue incapaz de revertir el curso de los acontecimientos. Durante el verano, la pareja comenzó a desmantelar su vida matrimonial, vendiendo su lujosa casa en Beverly Hills y tomando caminos separados.
Jennifer presentó la solicitud de divorcio en Los Ángeles, sin la asistencia de un abogado, un gesto que indica la firmeza de su decisión. Esta petición coincide simbólicamente con el segundo aniversario de su boda, un día que alguna vez representó el comienzo de una nueva etapa, pero que ahora marca el cierre de un ciclo doloroso.
Aunque ambos han optado por no hacer comentarios públicos, es claro que esta separación representa un punto de inflexión para López, quien ha decidido priorizar su bienestar emocional y seguir adelante con su vida.