Segundas parejas con hijos: Una nueva estructura familiar

Cada vez hay un mayor número de personas divorciadas que, con el paso del tiempo, vuelven a formar una nueva pareja. Si después de una separación, de mutuo acuerdo o no, ya resulta difícil empezar de nuevo, las cosas pueden complicarse aún más si uno de los miembros o ambos aportan hijos de la primera relación. Sin embargo, el hecho de que aparezcan ciertas dificultades para la readaptación de adultos y pequeños a la nueva estructura familiar no significa, necesariamente, que la presencia de los niños sea un factor negativo o perjudicial. Al contrario. Con frecuencia resulta beneficioso para los hijos que su padre o su madre encuentren una nueva pareja. El papel del padrastro o la madrastra aparece en los cuentos infantiles como una figura perversa y conflictiva. En el caso de Cenicienta es la bruja malvada que quiere a su hijastra como criada y en el de Blancanieves es la rival consumida por los celos ante la belleza de la joven. La tipología de estos personajes no es del todo casual ya que los cuentos infantiles, como los mitos, responden a cierta realidad. Debemos tener en cuenta que si ya es complejo, a veces, acceder a la maternidad o a la paternidad y tener una buena relación con los hijos propios, aún pueden darse más complicaciones para establecer una buena sintonía con un niño que tiene otros padres y una historia detrás. Por ello, nadie debe sentirse presionado a querer inmediatamente al hijo/a de la nueva pareja, del mismo modo que no hay que forzar a los pequeños a que acepten al nuevo cónyuge de su padre o madre desde el primer día, como si lo conocieran de toda la vida. Para que estas nuevas relaciones y vínculos tengan un buen inicio y desarrollo se necesita una gran dosis de paciencia, comprensión y comunicación, así como un tiempo adecuado para que todas las partes puedan elaborar sus fantasías y temores. Sólo después de haber hecho un cierto recorrido podrán valorarse los efectos de la nueva situación. Cuando los dos miembros de la pareja tienen hijos En el caso de que ambos tengan hijos de su relación anterior pueden agudizarse aún más ciertas cuestiones con la aparición de la rivalidad entre ellos. Por tanto: En cualquier caso, siempre debe tenerse en cuenta la realidad de los niños ya que son las personas más frágiles de todo este entramado y, si bien para los adultos encontrar un nuevo compañero/a supone la posibilidad de rehacer su vida de pareja, para ellos implica un cambio importante y no siempre fácil de asumir.