WASHINGTON.- El senador demócrata Bob Menéndez reclamó este viernes al presidente estadounidense, Donald Trump, que use los fondos de emergencia aprobados por el Congreso para la frontera con «fines humanitarios».
«Tenemos que forzar este tema con el presidente. Tenemos que tratar de limitar los fondos y que se usen para detener esta crisis humanitaria; debemos alzar nuestra voz», dijo Menéndez en una entrevista telefónica con Efe.
El legislador se refería a los 4.500 millones de dólares en ayuda fronteriza que aprobó la Cámara Alta a finales de junio.
El senador, sin embargo, reconoció que se trata de una «batalla difícil» dado que el Partido Republicano controla actualmente la Casa Blanca y el Senado.
Menéndez formó parte hoy de una comitiva de 13 senadores demócratas, incluyendo al líder de la minoría del partido en la Cámara Alta, Chuck Schumer, que visitó varios centros de detención en la ciudad fronteriza de McAllen (Texas, EE.UU.)
En concreto, visitaron tres centros de detención y tuvieron reuniones con organizaciones locales que apoyan a los migrantes que arriban al linde, en su mayoría centroamericanos.
Precisamente, Menéndez aseguró en la llamada que la jornada de hoy ha sido «muy emotiva», dado que ha conocido de primera mano varios casos de migrantes que han huido de Centroamérica por miedo a la violencia de esa región.
«Conocí a una madre guatemalteca con una niña de tres meses en brazos que viajaron durante seis semanas para llegar aquí. Al preguntarle por los motivos de su huida, me dijo que estaban matando a tantas personas (en su pueblo) que tenía miedo que le pasara algo a su pequeña», relató un emocionado Menéndez.
Otro de los casos que descubrió el senador fue el de otra mujer, en esta caso salvadoreña, que había escapado hacia EE.UU. porque en su país «estaban robando niños y vendiéndolos», según palabras de la mujer citadas por Menéndez.
«Este son el tipo de tragedias que se encuentran estas familias. Pueden elegir: huir o omitir las historias y morir o que tu niña sea violada o tu niño forzado a entrar a una mara (pandilla)», lamentó.
Asimismo, Menéndez denunció el estado de la Estación de la Patrulla Fronteriza de McAllen y el Centro de Procesamiento Centralizado de Úrsula, dos de los tres centros que visitó este viernes con sus colegas.
«Tengo temor por la salud mental de los niños; es bien preocupante. (…) Hemos visto niños muy desorientados. Estoy muy alarmado», detalló.
Menéndez presentó hace un mes un proyecto de ley bipartidista que pretende rebajar la violencia que sufren las mujeres y niños en Centroamérica para frenar la migración ilegal desde esos países a Estados Unidos.
La tensión sobre la política migratoria de la Casa Blanca se ha incrementado en las últimas fechas después de que Trump advirtiera de que su Gobierno iba a iniciar el pasado domingo redadas en nueve ciudades para deportar a «miles» de indocumentados.
Trump, quien llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 con la promesa de una política de mano dura en materia migratoria, ha declarado una emergencia nacional por la «crisis humanitaria» que, a su juicio, se vive en la frontera con México y ha acusado a los países del Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador) de no hacer lo suficiente para frenar el flujo migratorio.
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