MIAMI.- Un niño de 13 años, que cuando tenía solo 12 se escapó de un hogar para menores en Florida (EE.UU.) junto a una niña y ambos se enfrentaron a tiros a los policías que los perseguían, fue condenado este miércoles por un juez especial para delincuentes juveniles por los delitos de intento de asesinato de un agente y robo.
El niño, cuya identidad no se puede revelar, recibió una sentencia que se conoce como «programa de compromiso de máximo riesgo», el nivel más duro, que, según información de despachos legales, significa en promedio 645 días (más de un año y medio) en una correccional en condiciones similares a las de una cárcel.
Además, cuando salga quedará en libertad vigilada por un tiempo.
Según informó el canal de televisión WESH, de Orlando (centro de Florida), durante la vista judicial Don Maxwell, agente de la Oficina del Alguacil del condado Volusia que participó en la operación para capturar a los menores, dijo al niño que lo perdonaba y que rezará por él para que sea una mejor persona.
Los hechos por los que fue juzgado este niño sucedieron en junio de 2021 y alcanzaron una gran notoriedad dada la edad de los protagonistas y la fiereza con la que respondieron a la Policía.
«Los oficiales hicieron todo lo que pudieron para reducir la escalada y casi pierden la vida con un niño de 12 años y una niña de 14 años. Si no fuera por su entrenamiento y su supervisión, alguien habría terminado muerto», declaró el alguacil de Volusia, Mike Chitwood, en un comunicado publicado el 2 de junio de 2021.
Los dos menores se habían fugado del Hogar de Niños Metodistas Unidos de Florida y en su huida se metieron en una casa donde había numerosas armas, incluido un fusil de asalto AK-47.
Avisados por un vecino que escuchó la rotura del vidrio de una ventana, los policías se presentaron en la casa y les instaron a rendirse, pero los menores, en lugar de hacerlo, dispararon contra ellos desde el interior.
La primera en disparar fue la niña Nicole Jackson, cuyo nombre puede divulgarse porque fue procesada como adulta y está pendiente de juicio.
El suceso duró varia horas y en varias ocasiones hubo intercambio de disparos entre los niños atrincherados en la casa y los agentes.
Según declaró el alguacil de Volusia, los agentes, que fueron puestos en licencia administrativa retribuida mientras se investigaba lo que ocurrió, no respondieron al fuego desde la casa hasta al cabo de hora y media.
En un momento dado, Jackson salió del garaje, apuntó dos veces con una escopeta contra los agentes y recibió un disparo de ellos. A los pocos minutos el niño, que estaba en el garaje armado con el AK-47, se rindió sin oponer resistencia.
Debido a la herida de bala, Jackson tuvo que ser operada en el Hospital Regional de Florida Central.
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