La libertad es uno de los bienes más preciados por los seres humanos. citando al poeta Miguel Hernández: “Para la libertad, sangro, lucho pervivo, para la libertad”. A mayor grado de conocimiento, más fácil y con más seguridad podremos elegir. La educación facilita el ejercicio de la libertad. Una persona es más libre cuanto más capaz sea de actuar buscando esa mayor libertad.
Elegir es un privilegio de los informados, y en República Dominicana de los que pueden ingresar a la educación privada. Nuestro sistema de educación público ha reprobado.
No hay democracia sin libertad, y la democracia llega después de comer. En nuestro país faltan aulas, butacas, pizarras, materiales didácticos, falta hasta comida para los estudiantes. Sin comer el cerebro no asimila. Con bajos sueldos a los maestros no obtendremos estudiantes motivados a aprender.
En República Dominicana la deserción escolar es grave. Los niños son los primeros en abandonar los estudios, la pobreza los saca de las aulas. El trabajo infantil, la prostitución, el narcotráfico se los roba al salón de clases. Ser libres y elegir se convierte en un sueño fallido.
Con la llegada de la primera menstruación arriba la deserción de las niñas. El primer embarazo llega por obra de la naturaleza. Siendo una mujer en ciernes, se instala un ser humano en su cuerpo robándole la capacidad de decidir.
Basada en las altas cifras de embarazo en menores de edad, la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos es la mejor forma de evitar la deserción escolar en niñas. Desde 1959 llegan los anticonceptivos y con ellos la posibilidad de la mujer programar su fecundidad. Con los anticonceptivos la mujer entra al mundo remunerado y quizás pueda ejercer el derecho a decidir, a tener libre albedrío.
Los gobernantes que hemos tenido no han optado por la educación como la piedra angular de la democracia, de la libertad. No han invertido en educación lo que decreta nuestras leyes, ahora se comprometen hacerlo. Ojalá así sea.
El derecho a la educación sexual y a los métodos anticonceptivos es una herramienta para no expulsar las niñas de las aulas y quizás poder acceder a una educación superior. La posibilidad de un trabajo bien remunerado, de poder decidir, del sueño de la libertad depende de la formación.
La deserción escolar de las niñas, los embarazos en adolescentes, la trata de mujeres es por falta de compromiso, no de recursos. Que la carencia de anticonceptivos no siembre una niña más en la pobreza al expulsarla de las aulas.