Este lunes 17 de abril salgo de los 64, la edad a la que llegó mi papá, que al fallecer en 1980 lucía mucho mayor que yo. Doy gracias a Dios por todo cuanto me ha permitido aprender para vivir mejor el tiempo que me quede. Celebré de jueves a domingo en Portillo, con mi esposa, hijos, nietos, mi hermano y su familia. Hasta que cumplí 54, siempre me ufanaba de que nunca me faltó buen vino y ahora tras mas de una década sin tomar gozo mucho más.
El mundo ha cambiado muchísimo durante mi vida. Quizás ha sido el medio siglo y pico de mas transformaciones en todo desde que la raza humana comenzó su paso de existir como homínidos a ser personas cuyas consciencia e inteligencia les permitieron construir culturas, una base común de valores y saberes que no debían reinventarse ni redescubrirse con cada generación.
Creo que los dominicanos vamos muy bien. Hace seis décadas alcanzamos por primera vez un PIB de más de mil millones de dólares con per cápita menos de US$290, hoy supera US$103,000 millones con per cápita de casi US$8,500. Falta mejorar la educación y combatir mejor la corrupción y si Dios me concede una o dos décadas más creo que podré ver nuevos prodigios y seguir cantando Wyatt Earp en cada cumpleaños propio o ajeno. ¡Gracias!