Un caluroso abrazo a mis todos mis queridos lectores.
La niña sonriente, si fuéramos buenos, querríamos estar siempre los últimos, y no los primeros.
Rogaríamos no ser invitados al escenario, ni a tomar el micrófono, ni estar el haz de los reflectores del mundo.
Si fuéramos buenos, no dejaríamos de hacer aquellas cosas que nos duelan, porque por amor y justicia ser hechas.
Si fuéramos buenos, no dejaríamos sin ayuda a ese niño que nos pidió dinero en la calle.
Si fuéramos buenos, escucharíamos a nuestros hijos cuando nos dicen que nos aman, y que nos necesitan, aunque necesitan, que lo hagan con palabras que no comprendemos totalmente.
Si fuéramos buenos, amaríamos más a nuestro prójimo.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.