Puerto Príncipe.- La CEO de la empresa de ron haitiano Barbarcourt, Delphine Gardere, alertó este miércoles a través de su cuenta en X (antes Twitter) sobre el riesgo inminente que enfrenta el hospital de Mirebalais, uno de los centros médicos más críticos de Haití, debido a los brutales ataques de bandas armadas en la zona.
«Si Mirebalais cae, el sistema de salud del país colapsará. Cientos de miles quedarán sin atención vital. ¡El gobierno debe actuar YA!», exigió Gardere, un llamado que ha resonado ante la creciente violencia en el país.
La ciudad de Mirebalais, ubicada en el departamento central de Haití, vive una ola de terror desde el lunes, cuando miembros de la coalición de pandillas ´Vivre Ensemble´ incendiaron la prisión local, permitiendo la fuga de más de 500 reclusos.
Según la Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos (RNDDH), 460 de los 532 fugados estaban en espera de juicio. Los ataques también incluyeron el incendio de una gasolinera y un intento de tomar la comisaría policial, lo que provocó el desplazamiento masivo de residentes.
Las autoridades vinculan la ofensiva con un plan de las bandas para liberar a detenidos en Belladère, arrestados días antes por tráfico de armas. «Estos grupos buscan sembrar el caos», declaró Frédéric Occéan, delegado gubernamental en Plateau Central, a medios locales.
La Policía Nacional de Haití (PNH) informó que sus unidades están «movilizadas para dar una respuesta proporcional a las acciones criminales».
Sin embargo, la escalada ha dejado al hospital de Mirebalais —uno de los pocos que aún operan en el país— en la línea de fuego. Con recursos limitados y bajo constante amenaza, su colapso dejaría a miles sin acceso a emergencias, partos o tratamientos crónicos.
El contexto se agrava con el informe presentado la semana pasada por Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que reveló que entre julio de 2023 y febrero de 2024, al menos 4,239 personas fueron asesinadas y 1,356 resultaron heridas en Haití.
El 92% de las víctimas murió por armas de fuego, a pesar del embargo de la ONU. Türk señaló que en el país circulan entre 270,000 y 500,000 armas ilegales, muchas de alta tecnología y procedentes del extranjero.
Mientras las bandas expanden su control, organizaciones locales y figuras como Gardere exigen intervención urgente.
«No es solo Mirebalais: es la supervivencia de Haití», insistió la empresaria, cuyo mensaje en redes incluyó los hashtags #Haití y #CrisisDeSalud. La comunidad internacional observa con preocupación, mientras el gobierno haitiano enfrenta presiones para restaurar el orden en medio de un sistema de salud al borde del abismo.