Un cordial saludo a todos mis querido lectores.
Nosotros los seres humanos y sobre todo algunos hombres tendemos a olvidar pronto las cosas. Se nos olvida el cumpleaños de la esposa, se nos olvida la fecha en que nos hicimos novios, se nos olvida la fecha en que nos casamos, y así muchas otras cosas. Las mujeres son un poco mas cuidadosas en eso, aunque algunas tienden a olvidarse de las cosas, pero son las menos.
Hoy comenzamos el mes de Diciembre, pronto vendrá el nuevo año, un año que vendrá lleno de alegrías, y también de algunos sinsabores, porque todo en la vida no es perfecto, ni tampoco como nosotros quisiéramos que fuera. Es un tiempo de reflexión, un tiempo para darle gracias a Dios por todo lo que nos ha dado en este año, bien sea bueno o malo, aunque a veces nos olvidamos de darle gracias a Él.
Es por eso que he titulado este escrito: “Si yo me Olvido, nunca me Olvides. Porque hace unos días me envió una amiga una Oración la cual me hiso reflexionar mucho, y yo la quiero compartir con todos Ustedes, y lleva por título.
“Si me Olvido de Ti, Nunca te Olvides de mi” Y dice así:
Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Señor, ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás.
Señor, no me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso. Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
Ay Señor,…Si yo me olvido de Ti, nunca te Olvides de mí.
AMEN
Mis hermanos, todo es perdonado en la vida cuando existe el verdadero amor. La esposa perdona al esposo de que se le olvide el día en que se conocieron, su cumpleaños, el día que se casaron, al igual que Dios nos perdona a nosotros aunque a veces lo olvidamos porque nos ama mucho.
Termino con los Versículos 1 al 4 del Evangelio de San Juan, Capitulo 14 que dicen: “No se inquieten. Crean en Dios y también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté estén también ustedes”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para Ustedes.