Redacción internacional.- Cuando José Armando y José Luis Cevallos, gemelos siameses ecuatorianos de 25 años, fueron invitados al podcastClub 113, abordaron un tema poco tratado: cómo manejan sus relaciones amorosas e intimidad compartiendo un cuerpo. Los gemelos, unidos por la pelvis desde el nacimiento, demostraron en la entrevista un sentido del humor y una apertura inusual que capturaron de inmediato la atención del público. Durante la charla, exploraron cómo han logrado mantener relaciones románticas con mujeres y cómo, aunque comparten un mismo cuerpo, cada uno tiene una personalidad y preferencias diferentes, incluyendo en sus gustos amorosos.
“Nosotros tenemos nuestras parejas y cada uno tiene sus gustos. Claro, para los ojos de los demás puede ser algo raro, pero para nosotros es algo normal”, comentó José Armando durante la conversación. Su declaración resonó con quienes los escuchaban, revelando la complejidad emocional y física que supone llevar una vida en pareja cuando los cuerpos están unidos.
“Uno quiere estar en privacidad con su pareja, pero eso lo gestionamos entre los dos”, explicó, lo que subraya el nivel de compromiso y entendimiento mutuo que los gemelos han alcanzado para respetar los espacios y momentos personales.
Para ellos, ser siameses no significa renunciar a la independencia emocional. Al contrario, ambos hermanos destacan que, aunque compartan un cuerpo, son individuos distintos, cada uno con sus propios sentimientos y aspiraciones. Este es un aspecto crucial de su vida que quisieron aclarar, especialmente ante las preguntas de los entrevistadores, quienes mostraron gran interés en la manera en que los hermanos experimentan las emociones y enfrentan los retos del día a día.
Durante el episodio grabado en septiembre pasado, José Armando y José Luis compartieron cómo, pese a la unión física, cada uno percibe sus emociones de forma independiente. Cuando los entrevistadores les preguntaron si compartían todas las emociones, ambos respondieron enfáticamente que no. José Luis aclaró: “Cada uno siente de manera diferente; podemos estar en situaciones juntos, pero cada uno tiene su forma de vivir las cosas”. En ese sentido, agregaron: “Qué uno esté cachondo no significa que el otro lo esté también”.
Este tipo de diferencias emocionales también se reflejan en sus relaciones románticas. Aunque comparten el cuerpo, ambos hermanos tienen intereses amorosos distintos y, en algunas ocasiones, han tenido novias al mismo tiempo. La coordinación y la comunicación entre ellos son fundamentales para manejar estas relaciones, ya que, según explican, buscan siempre respetar los límites y el espacio de cada uno. De hecho, José Armando mencionó que él fue el primero en tener una pareja, algo que los llevó a establecer reglas claras para evitar conflictos y mantener la armonía en su vida en común.
“Si uno de los dos quiere tener intimidad con una persona o la pareja del momento, el otro está tranquilo, me pongo un antifaz y ya está”, explicó José Luis entre risas.
Sin embargo, no todo ha sido fácil en su camino. Los hermanos admitieron que han experimentado el rechazo de algunas personas debido a su condición, lo cual puede ser un desafío en sus relaciones románticas. José Armando reflexionó sobre esto en el podcast, señalando que muchas veces la sociedad no comprende cómo viven los siameses y los prejuicios afectan sus posibilidades de conocer personas que los acepten tal como son.
Una de las preguntas más directas, aunque incómoda, de los entrevistadores fue sobre cómo manejan la intimidad con sus parejas. José Armando y José Luis no rehuían de la curiosidad de los demás y, con toda naturalidad, explicaron que respetan los momentos de privacidad del otro. “La decisión es de los dos; si uno quiere pasar tiempo con su pareja, acordamos cómo hacerlo”, comentó José Luis, quien también destacó que deben tomar en cuenta las necesidades y deseos de cada uno para que la convivencia funcione.
La entrevista reveló que ambos hermanos han desarrollado un mecanismo de comunicación único, que les permite expresar cuando uno necesita tiempo a solas con su pareja sin que el otro se sienta incómodo o invadido. Para ellos, la clave es la transparencia y el respeto mutuo. Además, señalaron que cuentan con el apoyo de sus familiares y amigos, quienes comprenden la situación y respetan su forma de vida.
La ciencia y la medicina también han investigado el aspecto psicológico y emocional de los gemelos siameses, mostrando que, aunque compartan un cuerpo o algunos órganos, cada uno mantiene su propia individualidad psicológica y emocional. Según la Enciclopedia de Ética Aplicada, los siameses desarrollan habilidades excepcionales de cooperación y compromiso, pero también insisten en que son personas con identidades independientes. La psicóloga y autora Alice Domurat Dreger ha mencionado en sus investigaciones que muchas veces se subestima la capacidad de los siameses para llevar vidas satisfactorias y felices, considerando su condición una limitación. Para los siameses, esta es una percepción errónea, ya que la mayoría de ellos, como José Armando y José Luis, afirman que su vida es “normal” y no se sienten limitados por su situación.
José Armando y José Luis también aprovecharon su aparición en el podcast para desmentir varios estereotipos sobre la vida de los siameses. Según los hermanos, muchas personas asumen que los gemelos unidos deben tener una vida de sacrificio y limitaciones; sin embargo, ellos insisten en que su vida es tan normal como la de cualquier otra persona. Han logrado construir relaciones afectivas y vivir experiencias que muchos no creen posibles para personas en su condición.
Al concluir la entrevista, José Armando y José Luis expresaron que su objetivo es ayudar a otros a ver más allá de las apariencias físicas. “Nuestra vida puede ser distinta en algunos aspectos, pero al final del día, somos personas normales, con sueños, metas y sentimientos propios”, subrayó José Armando. Los gemelos consideran que su historia puede servir para inspirar a otros a aceptar sus propias diferencias y encontrar fuerza en sus peculiaridades, en lugar de avergonzarse de ellas.
Los gemelos siameses representan un fenómeno extremadamente raro, y su aparición es motivo de estudio constante en el ámbito médico. Se estima que los gemelos unidos ocurren en uno de cada 50,000 a 100,000 nacimientos, según datos recopilados en estudios de Fetal and Neonatal Physiology y Seminars in Perinatology. Este tipo de gemelos surge cuando un único embrión no logra dividirse completamente en dos individuos entre los días 13 y 15 después de la fertilización, dando lugar a un par de gemelos monoamnióticos (comparten la misma placenta y saco amniótico) que permanecen unidos en diversas áreas de su cuerpo, como el pecho, el abdomen o incluso la cabeza.
Un 60% de estos casos no llegan a término debido a complicaciones en el embarazo o el parto, y entre quienes sobreviven, la posibilidad de separación depende de la cantidad de órganos vitales compartidos y la complejidad de la conexión entre ambos cuerpos.